ROMA, lunes, 21 marzo 2005 (ZENIT.org).- La editorial Edice de la Conferencia Episcopal Española acaba de editar las actas del primer congreso dedicado a la Iglesia y la Informática que se celebró en Monterrey (México) del 1 al 4 de abril de 2003 y que concluyó con un llamamiento para poner la tecnología al servicio de «todos los latinoamericanos, especialmente los más pobres».
El objetivo del encuentro continental fue primordialmente «ofrecer a las entidades católicas que usan la informática para la evangelización y la difusión cultural un espacio de encuentro y reflexión», anotan los organizadores en las conclusiones de las actas.
El congreso estuvo presidido por el arzobispo John P. Foley, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales; por monseñor Jorge Jiménez Carvajal, entonces presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano); y por el cardenal Adolfo Suárez, arzobispo emérito de Monterrey.
Monseñor Enrique Planas, coordinador general de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) y director de la Filmoteca Vaticana relata en el preámbulo que «la oración y la contemplación pueden encontrar espacio en una red informática» y considera que «en este momento son muchos los que llaman a las puertas de la red en busca de sentido, criterios, ayuda y experiencia».
Las actas contienen las ocho conferencias magistrales del acontecimiento: «La cultura digital: posibilidades, fracturas. Ética en la comunicación», de Manuel Gómez Granados; «La interactividad en la cultura digital», de Germán Rey; «Interactividad: nueva realidad mundial en los medios de comunicación», de Adrián Guzmán; «El fenómeno religioso: la evangelización en la era digital», del cardenal Darío Castrillón Hoyos; «Tecnología educativa a favor de las mayorías: servicios del Instituto Tecnológico de Monterrey», impartida por el ingeniero Rafael Rancel; «Desafíos para la evangelización en la era digital», del sacerdote norteamericano Paul A. Soukup SI; «¿A dónde va la cultura?», de Gerardo Pastor Ramos y finalmente «Cuestiones y problemas en torno a la cultura digital», a cargo de Eulalio Ferrer Bohórquez.
Las comunicaciones incluyen temas como «Ética y estética en las nuevas tecnologías», de Juan Pedro Ortuño; «Educación, nuevas tecnologías y desarrollo humano», de Valtencir Maldonado o «Formar personas en la sociedad de la información», de Gloria Inés Rodríguez.
El volumen, de 369 páginas, consta de siete capítulos en los que se han incluido las 23 conclusiones, redactadas por el profesor de comunicación José Francisco Serrano Oceja de la Universidad San Pablo CEU-de Madrid y redactor jefe de «Alfa y Omega».
Entre ellas destaca «la recuperación del sentido y de la totalidad del hombre» y «la propuesta de la Iglesia de una cultura de comunión interpersonal que lleve a una cultura de diálogo y encuentro».
Según ha explicado a Zenit Leticia Soberón Mainero, secretaria organizativa del congreso y responsable de pastoral informática del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, «lo que está en el fondo de la cuestión es que la RIIAL no puede crecer indefinidamente ni abarcar todas las realidades eclesiales que usan computadoras o están en Internet. La RIIAL es una promotora, una locomotora si se quiere, pero no un gigante… Por eso el Congreso se planteó como lugar de encuentro y de contacto totalmente abierto».
El prólogo de las actas recuerda este objetivo: «Comunicación y comunión están en la raíz del congreso, y no temen vincularse con otros vocablos como tecnología, cultura e informática».