CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 23 marzo 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II se asomó a la ventana de su apartamento unos instantes en silencio este miércoles para saludar a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, que al verle se sintieron más tranquilos.
Si bien en su aparición de un minuto se pudo constatar la fragilidad de su estado de salud, su presencia ha servido para superar la alarma entre los corresponsales y enviados especiales llegados a Roma, que este martes anunciaban que volvería a ser hospitalizado.
El Papa, que hizo en varias ocasiones el gesto de la bendición, fue acogido con aplausos y gritos de apoyo por los peregrinos congregados en el Vaticano, a pesar de que este miércoles se había suspendido la semanal audiencia general.
Las imágenes, grabadas por el Centro Televisivo Vaticano (CTV) han sido relanzadas por canales de televisión de todo el mundo, demostrando el interés con el que se sigue la evolución de su convalecencia, más larga de lo previsto, tras la operación de traqueotomía del 24 de febrero pasado provocada por una insuficiencia respiratoria.
El rostro del Papa parecía rígido y probado, aunque por momentos se mostraba sonriente. La altura de la ventana hace difícil ver con claridad sus expresiones, motivo por el cual se habían instalado grandes pantallas en la plaza.
Muchos de los fieles congregados en el Vaticano eran compatriotas del Papa. Un grupo enseñó un cartel en polaco que decía: «Gracias por e libro »Memoria e identidad». Otra de las pancartas era de la Universidad Católica de Lublín.
El obispo de Roma no ha hablado en público desde el 13 de marzo, cuando dirigió un breve saludo desde el hospital Agostino Gemelli de Roma, en el último día de su estancia. El Domingo de Ramos también se había asomado a la ventana en silencio. El jueves anterior, apareció por videoconferencia en el encuentro de los jóvenes de la diócesis de Roma, sin ocultar en algunos momentos el dolor.
El profesor Rodolfo Proietti, jefe del equipo de médicos que han atendido al Papa en el Gemelli, tras haber estado con el Santo Padre, afirmó este martes que «No está prevista la hospitalización para Juan Pablo II».
Por el momento, la Santa Sede no ha anunciado cómo será la participación del Santo Padre en las celebraciones del Triduo Santo que comienza este jueves. Se ha instalado en su apartamento un circuito de televisión para que, si es necesario, pueda seguir los ritos por televisión o incluso impartir su bendición.
Sólo se ha confirmado que impartirá la tradicional bendición «Urbi et orbi» (a la ciudad y al mundo) el Domingo de Resurrección.
