TURÍN, viernes, 6 mayo 2005 (ZENIT.org).- La visión de Benedicto XVI sobre la contribución positiva de la religión en la defensa de los derechos humanos es una esperanza para el islam moderado, según revela un informe.
El análisis ha sido realizado por el Centro de Estudios sobre las Nuevas Religiones (CESNUR, según sus iniciales en italiano), dirigido por Massimo Introvigne, teniendo en cuenta las primeras reacciones del mundo islámico a la elección del nuevo pontífice.
El informe del CESNUR será presentado en Turín el próximo 10 de mayo en un congreso organizado junto al movimiento Alianza Católica sobre el tema «Católicos, islam, y terrorismo en el nuevo pontificado».
Un mensaje enviado a Zenit por el CESNUR revela que, según consta el estudio, «apuntan hacia Benedicto XVI las esperanzas del islam centrista y conservador –llamado con frecuencia por los medios de comunicación «moderado», aunque a los interesados no les gusta este término– de encontrar en Occidente interlocutores que le den el apoyo necesario para prevalecer sobre el fundamentalismo».
Introvigne explica que la oposición al nombramiento del nuevo pontífice en el mundo islámico se encuentra más bien entre los que promueven una visión del islam nacionalista-laicista, así como entre quienes abrazan el fundamentalismo, término ambiguo que en el mundo islámico se suele utilizar para referirse a quien recurre a la violencia como medio de reivindicación.
Las posiciones de exponentes de un islam «centrista y conservador», por el contrario, «comparten con Benedicto XVI el diagnóstico, según el cual, la crisis internacional es sobre todo una crisis moral», añade el director del CESNUR.
Según esta visión, añade el experto, la terapia a la crisis «no consiste en el repudio de la religión, sino en una interpretación firme del rechazo de la violencia y abierta a los derechos humanos».
«Estas posiciones centristas son significativas en el Islam –explica el estudioso–: son promovidas por grandes movimientos turcos e indonesios, que cuentan con decenas de millones de seguidores, y en el mundo árabe emergen en las familias reales de Jordania y de Marruecos».
Estas corrientes consideran que pueden convertirse en interlocutores de Occidente, y en particular del nuevo Papa, a pesar de que en el pasado algunos países occidentales les han marginado, prefiriendo apoyar a «regímenes laicistas sin apoyo popular o incluso a exponentes del fundamentalismo», aclara.
Massimo Introvigne presentará en el congreso de Turín el libro «La nueva guerra mundial. ¿Choque de civilizaciones o guerra civil islámica?».