RIAD, miércoles, 8 junio 2005 (ZENIT.org).- La agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it» se ha hecho vehículo del llamamiento –de familiares y amigos– por la liberación de los ocho cristianos arrestados en Riad (Arabia Saudí) el pasado 28 de mayo a causa de su fe.
En el grupo de cristianos detenidos por la policía religiosa («muttawa») está John Thomas –indio de 37 años, originario de Kerala— y otro compatriota, Vijay Kumar, de 45 años, procedente de Tamil Nadu.
Se acusa a John Thomas de «proselitismo». Sus familiares explican que el detenido sencillamente tenía encuentros privados de oración con sus compatriotas cristianos. En efecto, desde hace ocho años Thomas acoge en su apartamento oraciones y lecturas de la Biblia abiertas a sus compatriotas de todas las denominaciones. Sus familiares dicen que esta es la primera vez que Thomas es objetivo y que ha sido «torturado de formas inhumanas».
El 28 de mayo la «muttawa» –que, según la agencia del PIME, en esta labor de persecución operó de acuerdo con la policía regular— se llevó a John Thomas de su trabajo y lo arrastró a casa. Allí fue golpeado ante su hijo de cinco años y la niñera; ésta también fue golpeada.
Tras recoger Biblias y objetos religiosos, la policía llevó a Thomas a la cárcel. De vuelta al hogar, su esposa, embarazada de cinco meses, se quedó impactada por el escenario de destrucción, y junto a sus familiares lanzó un llamamiento para que John Thomas, inocente, fuera puesto en libertad. Piden ayuda para que toda la familia pueda regresar a la India.
En la misma fecha fueron detenidos otros siete cristianos y llevados a prisión. Fuentes de «AsiaNews» refieren que alguno de ellos logró telefonear con su móvil a un amigo y relató cómo el grupo en la cárcel sufría todo tipo de torturas y abusos.
Esta redada en Riad contra cristianos ocurrió después de la detención de Samkutty Varghese, un evangélico indio arrestado el pasado marzo. La «muttawa» halló en su bolsa una Biblia en lengua hindi y algunos números de teléfono; valiéndose de éstos procedió a las demás detenciones.
El ICC («International Christian Concern», organización de derechos humanos con sede en Washington) estima que lo ocurrido el 28 de mayo en Arabia Saudí representa la mayor restricción sobre las minorías religiosas en el país de las últimas décadas.
En Arabia Saudí está permitida la expresión pública sólo del islam y del islam wahabita [perteneciente a una secta fundamentalista del islam, iniciada por Mohamed Ibnd Abdul Wuahab en Arabia Central, que interpreta el Corán en forma muy literal].
No existe pues libertad religiosa, y «hasta hace pocos años [en Arabia Saudí] para un cristiano estaba prohibido rezar incluso en privado. Ahora en cambio –aclaró hace pocos meses el director de «AsiaNews», el padre Bernardo Cervellera–, a causa de la presión internacional, los príncipes saudíes han dado permiso a los cristianos de orar al menos en privado y de poder reunirse de esta forma» (Cf. Zenit, 7 diciembre 2004).
«Pero lamentablemente –constató entonces– la policía y gran parte de la sociedad saudí no acepta esta liberalización, por lo que los cristianos son arrestados».
Ocho millones de extranjeros –casi todos cristianos; la cifra de católicos se estima en 800 mil– trabajan actualmente en Arabia Saudí, donde no está permitido construir lugares de culto. De los más de 21 millones de habitantes que tiene el país, los musulmanes representan el 93,7%. Se desconoce el número de saudíes cristianos.