CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 26 agosto 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó a los representantes de las iglesias y comunidades eclesiales de Alemania el modelo de ecumenismo vivido por el hermano Roger Schutz, fundador de la Comunidad ecuménica de Taizé.

Las palabras del Papa pasaron totalmente inadvertidas, pues el encuentro ecuménico, celebrado en el arzobispado de Colonia, tuvo que empezar con retraso y el Papa añadió al discurso que había preparado algunos pasajes espontáneos.

Zenit ha recibido una trascripción del texto original en alemán realizada por la Santa Sede de esas palabras del Papa en las que el pontífice dejó espacio a sus recuerdos y reveló detalles de su relación con «el gran pionero de la unidad», asesinado días antes a los noventa años de edad por una mujer aparentemente desequilibrada.

«Le conocía personalmente desde hace tiempo y tenía con él una relación de cordial amistad --reveló el pontífice--. Con frecuencia me visitó y, como ya dije en Roma, el día de su asesinato recibí una carta suya que me ha llegado al corazón, pues en ella subrayaba su adhesión a mi camino y me anunciaba que quería venir a verme».

«Ahora nos visita desde lo alto y nos habla», aseguró el obispo de Roma, utilizando palabras parecidas a las que utilizó el cardenal Joseph Ratzinger al celebrar las exequias de Juan Pablo II.

«Creo que deberíamos escucharle, escuchar desde dentro su ecumenismo vivido espiritualmente y dejarnos llevar por su testimonio hacia un ecumenismo interiorizado y espiritualizado», concluyó.