«Todos estamos golpeados por la vicisitud del pequeño Tomás, asesinado bárbaramente: recemos por él y por todas las víctimas de la violencia», exhortó el Papa.
En plenos ejercicios espirituales, el 7 de marzo, Benedicto XVI había lanzado en un mensaje un llamamiento a la liberación de Tommaso Onofri, que había sido secuestrado el 2 de marzo.
Desde entonces, la Justicia italiana buscaba al niño y a los autores del secuestro. Este sábado, tras la confesión de uno de los asesinos y del descubrimiento de su cuerpo, se supo que el pequeño fue asesinado poco después del secuestro.