«Juan Pablo II siempre dijo que Europa no es un concepto geográfico sino una categoría cultural. Y es a la luz de esa definición cuando nos podemos plantear el asunto de las fronteras. Es evidente que Europa está dentro del mundo cultural europeo y, evidentemente, Turquía no lo está», señala el cardenal Rouco dentro del libro «Europa a debate. 20 años después. 1986-2006», del que ha recogido citas Análisis Digital.
Para el arzobispo de Madrid Europa fue cristiana y después laica, por lo que el asunto de Turquía es un problema «grave y crítico» sobre el que hay que reflexionar.
«Es bueno que haya relación y diálogo entre el mundo cristiano y el musulmán, un diálogo que ya existe desde el punto de vista religioso. Hay que actuar responsablemente dentro de la UE y saber si se quiere una Europa que ha sido un espacio cultural común o se quiere romper con esto», subraya.
El cardenal arzobispo constata que la religión es el factor de mayor unidad en Europa y que dentro de ella, la Iglesia católica es el «mayor fenómeno de unidad» en la Unión Europea.
Respecto a los límites de hasta dónde puede el poder político regular los aspectos morales y éticos de la vida humana, responde que se trata más bien de hasta donde el poder política «se mete» con la Iglesia.
«Hemos sido neutrales con los partidos políticos como una pauta constante desde la preparación de la Constitución hasta hoy. Se legisla desde el Parlamento pero se opina desde la sociedad y desde la Iglesia», concluye.