NUEVA YORK, miércoles, 14 junio 2006 (ZENIT.org–El Obsevador).- El microcrédito puede ser un «sendero hacia la paz», explicó la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo el martes al recibir el Premio «Path to Peace» (Sendero para la Paz) en la sede de las Naciones Unidas.
«Es esencial encontrarse con seres humanos que no solamente den algo a los demás, sino que se den ellos mismos a los demás», afirmó la princesa.
Añadió que –como embajadora de buena voluntad de la UNESCO, servicio que presta desde 1997— «una de esas personas ha sido el profesor Muhammad Yunus, padre del microcrédito» y fundador, en Bangladesh, del «Grammen Bank» (el Banco de la Aldea), considerado como modelo de pequeños créditos para actividades productivas, principalmente a mujeres de escasos recursos.
El galardón, que entrega cada año desde 1993, fue concedido por la «Path to Peace Foundation», institución que apoya la obra de la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
El reconocimiento se adjudica a personas que sirven desinteresadamente a la familia humana en diversos campos del desarrollo y el entendimiento entre los pueblos.
Ante el arzobispo Celestino Migliore, presidente de la «Path to Peace Foundation» y observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, la Gran Duquesa de Luxemburgo afirmó que durante una visita realizada a Bangladesh en 1998 se convenció, «como tantas otras personas, de la eficiencia de esta herramienta (el microcrédito) en la lucha contra la pobreza, basada en los principios de confianza y solidaridad y mediante la cual a los más pobres de los pobres se les restituye su dignidad».
Para aplicar los microcréditos, la Gran Duquesa de Luxemburgo tomó el ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta, «como modelo de acercamiento a las personas necesitadas, basado en la inteligencia del corazón, que le permitió ayudar y cambiar la vida de miles de personas durante su vida en la Tierra», afirmó.
Al hacer la presentación de la velada, el arzobispo Celestino Migliore destacó que, en la Gran Duquesa, la Iglesia y la «Path to Peace Foundation» «reconocen su incansable aportación a las causas humanitarias».