Formar discípulos, propuesta del Papa para la Iglesia en América Latina

Explica monseñor Héctor Gutiérrez, miembro del CELAM

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APARECIDA, viernes, 16 junio 2006 (ZENIT.org).- «Nosotros, miembros de la Iglesia Católica, estamos empeñados, mediante nuestra predicación, nuestra acción sacramental, litúrgica y ministerial, en formar discípulos», afirmó en Aparecida, Brasil, un obispo miembro del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Es esta la propuesta de Benedicto XVI para América Latina, dijo monseñor Héctor Gutiérrez, obispo de Engativá, Colombia, y miembro del Departamento de Comunicación del CELAM.

El tema elegido por el Papa para la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y del Caribe, que tendrá lugar del 13 al 31 de mayo de 2007, en Aparecida, Brasil, es precisamente «Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida».

La magna reunión episcopal se celebrará en el Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida, patrona de Brasil, que acoge unos ocho millones de visitantes al año. Benedicto XVI viajará a Brasil para la inauguración del evento.

Con motivo de los preparativos de la V Conferencia, monseñor Gutiérrez concedió una entrevista colectiva el pasado martes en Aparecida, a unos 170 kilómetros de Sao Paulo, junto a monseñor Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida; monseñor Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, Venezuela, y presidente del Departamento de Comunicación del CELAM; el padre David Gutiérrez, funcionario de prensa del CELAM, y el padre Sidney Fones, secretario ejecutivo del CELAM.

Según el obispo de Engativá, es necesario formar «hombres y mujeres que escuchen la palabra de Dios, la mediten, reflexionen sobre ella y la encarnen en el modo de comportarse en el ámbito laboral, en el fútbol, en la familia, en el perdón, en la reconciliación», afirmó.

«Los obispos de América Latina vienen aquí a Brasil, al Santuario de Nuestra Señora Aparecida, para decir a América que hay una vía de salida, que es posible, y que la vía es hacer discípulos. Construyamos hombres y mujeres que comprendan la palabra de Dios y la encarnen en su vida cotidiana, en el amor a Dios y al prójimo», insistió el prelado.

«Algunos se preguntarán qué importancia tiene la V Conferencia para Brasil, Colombia, la zona meridional. Qué importancia tiene en este mundo de tratados de libre comercio? ¿Qué quieren los obispos latinoamericanos», inquirió.

«La Iglesia no es indiferente a las cuestiones políticas, sociales, deportivas, familiares, juveniles, económicas, ecológicas. Cada uno en la Iglesia tiene como tarea estar presente en América Latina», indicó.

El prelado subrayó también que «la Iglesia tiene contenidos, de amor, de perdón, de antropología, de justicia, de deporte… El desafío es cómo hacer que estos valores lleguen a la sociedad, a todas las personas que están en torno a la Iglesia y que son, o no, parte de ella».

«Es necesario encontrar las vías para que la persona que escucha el mensaje de la Iglesia lo comprenda, lo medite y lo ponga en práctica. Debemos tener éxito en esto porque la palabra de Dios es la única vía que tienen América Latina y el mundo para encontrar la solución a los problemas de justicia que vivimos».

Frente a la dificultad de lograr que el mensaje de la Iglesia penetre en nuestro corazón y en la vida cotidiana de cada persona, monseñor Gutiérrez explicó que mucha veces «hablamos en una longitud de onda diferente a la de las personas».

«Muchos hablan con un lenguaje y la Iglesia con otro. Las personas tienen una preocupación y la Iglesia no responde a esta preocupación. Esta es nuestra tarea: sintonizar, ponernos de acuerdo», añadió.

«Hablemos en la lengua de las madres, de los jóvenes, de los deportistas, de los pobres, de los ricos; estudiemos y preguntemos ¿qué quieres? ¿Qué tienes en el corazón? ¿Qué te preocupa? Esta es la propuesta que la Iglesia hará para buscar una respuesta. Es un proceso largo en el que la Iglesia se empeñará. No es fácil, pero lo lograremos», afirmó.

El Departamento de Comunicación del CELAM trabaja desde hace un año en la formación de un equipo de comunicación de la V Conferencia, con todos los medios de comunicación de la Iglesia y algunos privados de todo el continente, como explicó monseñor Baltazar Porras.

«La base de apoyo de cada red de comunicación, sin embargo, es la brasileña y la que hay aquí en Aparecida –dijo el arzobispo de Mérida–. Para nosotros es una alegría constatar que hay una estructura bastante amplia, con una gran calidad técnica», porque el mensaje tendrá resonancia no sólo en América Latina y Caribe sino en todo el mundo, concluyó.

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ZENIT Staff

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