VILLAHERMOSA, viernes, 16 junio 2006 (ZENIT.org–El Observador).- En el marco de las discusiones que se están llevando a cabo en los Estados Unidos, en el camino de la reforma migratoria que debería adoptar ese país, obispos de México y de los Estados Unidos, así como invitados especiales de Centroamérica, se reunirán del 20 al 22 de junio en la capital del estado sureño de Tabasco.
Durante dos días, los obispos de las Comisiones Episcopales de Pastoral de la Movilidad Humana y de atención a Migrantes de las Conferencias Episcopales de México y de los Estados Unidos, sostendrán un encuentro de trabajo para reafirmar el papel conjunto que ambos episcopados han dado a la reforma integral, que permita a Estados Unidos salvaguardar sus fronteras y, al mismo tiempo, respete los derechos humanos de los trabajadores inmigrantes y de sus familias.
El Encuentro de Villahermosa, según han declarado sus organizadores, tiene como finalidad «revisar los avances en los trabajos que ambas comisiones vienen realizando de manera conjunta a favor de nuestros hermanos migrantes en ambos países».
Un dato importante es que, además de los obispos de México y los Estados Unidos, fueron invitados a participar obispos de las Conferencias Episcopales de Centroamérica, dado que el fenómeno migratorio en América Latina es un tema que comparten y sobre el cual pueden hacer aportaciones valiosas.
El flujo migratorio de la región se ha convertido en un problema de seguridad nacional sobre todo para México y los Estados Unidos. La frontera sur con Guatemala presenta violaciones constantes de los derechos humanos de trabajadores procedentes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, principalmente.
La frontera con Estados Unidos, con más de un millón de cruces diarios plantea urgencias humanitarias en las que la Iglesia católica contribuye con su labor evangelizadora humanitaria.
Además de revisar y dar seguimiento a lo hecho hasta ahora tanto en México como en Estados Unidos en apoyo a los migrantes, el Encuentro tiene como finalidad proyectar y planificar los siguientes pasos en esta materia; siempre abogando para que haya políticas de migración favorables y justas
Los episcopados de México y EE UU han emitido varios documentos conjuntos, destacando «Juntos por el camino de la esperanza», en el que la Iglesia católica opta por los derechos de los inmigrantes, por encima de toda otra consideración de seguridad fronteriza.
«Los obispos de ambas naciones han acompañado a los migrantes como comunidades de discípulos de Cristo en ambos lados de la frontera, para que su viaje sea un viaje de esperanza y no de desaliento, y que en el lugar al que lleguen sepan que ya no son extranjeros, sino miembros de la familia de Dios», concluye diciendo el comunicado.