En la tarde de este martes estaba prevista la intervención del arzobispo Giovanni Lajolo, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, en la sesión que se está celebrando en Ginebra (Suiza). El primer presidente del Consejo es el mexicano Luis Alfonso de Alba.
El arzobispo Silvano Maria Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante las Oficinas de la ONU en Ginebra, en declaraciones a «Radio Vaticano» ha confesado las esperanzas que ha depuesto en este «este nuevo Consejo de Derechos Humanos, uno de los tres pilares de la estructura de las Naciones Unidas, junto al Desarrollo y la Seguridad».
El representante papal espera que el Consejo «pueda responder a las expectativas que la comunidad internacional ha puesto en esta reforma, es decir, que haya menos politización a la hora de afrontar las crisis en las que son violados los derechos humanos».
El nuevo Consejo, considera, «puede ampliar la conciencia de los derechos de las personas a todos los sectores de la actividad».
«Es necesario de todos modos –revela– estar muy atentos para que el fundamento de los derechos humanos de cada quien sea el respeto y la conciencia de que somos todos hijos de Dios», añadió monseñor Tomasi.