Como suele suceder en este tipo de encuentros, la Santa Sede no divulgó detalles sobre los argumentos tratados en el encuentro.
Fra Andrew Willoughby Ninian Bertie nació el 15 de mayo de 1929 en Londres. Está emparentado con el conde de Lindsey, (antiguo reino anglosajón del norte de Inglaterra) y Abingdon. Se educó en el colegio benedictino de Ampleforth, en Yorkshire, y se licenció en Historia Moderna en el Christ Church College de Oxford. Así mismo estudió en el Instituto de Estudios Africanos y Orientales de la Universidad de Londres.
De 1948 a 1950 prestó servicio militar en los «Scots Guards», obteniendo en 1949 el rango de oficial.
Tras un breve periodo en el sector privado, impartió clases de Lengua Moderna (principalmente de francés y español) en el Worth School, un instituto benedictino en Sussex.
En 1956 ingresó en la Soberana Orden Militar de Malta; a continuación pronunció los votos perpetuos y, en 1981, pasó a ser miembro religioso. Después de participar en el gobierno de la Orden desde 1981 como miembro del Soberano Consejo, en abril de 1988 fue elegido septuagésimo octavo gran maestre. También desempeña el papel de Hospitalario del Santuario de Lourdes.
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Soberana Orden de Malta, tiene un carácter doble: es una de las más antiguas órdenes religiosas católicas, siendo fundada en Jerusalén alrededor del año 1050 (celebró el noveno centenario de su fundación oficial en 1999); al mismo tiempo, siempre ha sido reconocida por las naciones como un ente independiente de Derecho Internacional.
La misión de la Orden está definida en su lema «Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum», la defensa de la Fe y el servicio a los pobres.
Esta comunidad, que fue creada por comerciantes amalfitanos alrededor de 1050, administraba una hospedería para cuidar y albergar a los peregrinos que iban a Tierra Santa. En 1113 fue reconocida formalmente como orden religiosa por el Papa Pascual II. Antes de la pérdida de la Isla de Malta (1798), la mayor parte de los miembros eran religiosos, habiendo profesado los tres votos de pobreza, castidad y obediencia.
Hoy en día, todavía algunos miembros de la Orden son caballeros profesos; otros han pronunciado solamente la promesa de obediencia. La mayor parte de los 11.500 Caballeros y Damas de la Orden son miembros laicos.
Aunque no hayan profesado ningún voto religioso, todos están dedicados al ejercicio de las virtudes y caridad cristianas, comprometidos a desarrollar su espiritualidad en el ámbito de la Iglesia y dedicar sus energías a servir al prójimo.
La Orden tuvo que convertirse en militar para proteger a los peregrinos y a los enfermos y para defender los territorios cristianos en Tierra Santa. Después de la pérdida de Malta (1798) la Orden dejó de ejercer esta función. Hoy en día la Orden mantiene solamente las tradiciones militares.
La Orden de Malta trabaja en el campo de la asistencia médica y social y de la ayuda humanitaria, en más de 120 países, apoyada por las relaciones diplomáticas que mantiene actualmente con 93 estados.
La Orden tiene hospitales, centros médicos, ambulatorios, residencias para ancianos y minusválidos, y centros para enfermos terminales. En muchos países, voluntarios de la Orden prestan primeros auxilios, servicios sociales, e intervienen en acciones humanitarias en emergencias.
[Más información en www.orderofmalta.org]