Así lo confirma una nota publicada por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, emitida tras el encuentro en la biblioteca del Papa, adonde la presidenta llegó acompañada por su familia y séquito.
«En el transcurso del cordial coloquio la presidenta ha explicado al Santo Padre la nueva ley de abolición de la pena de muerte, firmada precisamente el sábado pasado, festividad de San Juan Bautista», informa el portavoz vaticano.
«La señora Macapagal-Arroyo también ha presentado al Papa el proyecto de reforma de la Constitución –añade la nota vaticana–, cuyo objetivo es el desarrollo más armonioso del país, reservando una atención privilegiada a los sectores más pobres de la población».
«Durante el coloquio se ha hecho referencia, además, a las favorables perspectivas de diálogo con la población musulmana del país y a la esperanza de una pacificación nacional», subraya.
«La presidenta –concluye–, ha observado, en fin, cómo los valores cristianos, en los que se reconoce la mayoría de los filipinos, encuentren también expresión y apoyo en la legislación del Estado».