Se trata del templo de San Juan Bautista que se localiza en el poblado de Pushkin –o Tsarskoe Selo, como se le conocía antiguamente– en el noroeste de Rusia, a tan sólo unos kilómetros de la ciudad de San Petersburgo.
En una ceremonia celebrada el pasado 24 de junio en el portón del templo, fueron firmados los documentos que registran el regreso a la comunidad católica del lugar de esta iglesia que había sido cerrada desde 1938 para convertirla en un salón de prácticas de educación física y posteriormente, en una sala de conciertos.
«¡Preparad el camino al Señor!» dijo al retomar el templo de San Juan Bautista monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de la Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú.
Durante la misa celebrada ante más de 200 fieles que se reunieron para la ocasión, que «Cristo llega a sus discípulos a través del servicio de la Iglesia».
Como símbolo de la devolución del templo de San Juan Bautista, al arzobispo Kondrusiewicz le fueron entregadas una cruz representando al templo y las llaves del mismo.
«Espero que de ahora en adelante, estas llaves en Rusia se utilicen no para cerrar iglesias como se hizo por decenas de años durante la época soviética, sino para abrir santuarios que le sean regresados a los fieles», dijo monseñor Kondrusiewicz resaltando el significado del gesto de las llaves.
En el acto estuvieron presentes también el diputado de la Asamblea Legislativa de San Petersburgo, Igor Rimmer, el director del Museo Nacional Tsarskoe Selo, Ivan Sautov, así como sacerdotes rusos y protestantes.
Durante la celebración de la misa, monseñor Kondrusiewicz bendijo un icono de la Virgen de Fátima preparado especialmente para este templo.
Datos históricos
La iglesia de San Juan Bautista se empezó a construir entre 1823 y 1825 por órdenes del zar Alejandro I, luego de que el templo de madera que existía en Tsarskoe Selo se volviera pequeño para dar cabida a los fieles.
El 21 de noviembre de 1826 la iglesia fue bendecida y terminada en su totalidad por el arzobispo de la diócesis de Minsk, Lipski. Tras el arresto posterior del párroco ya en tiempos de la Unión Soviética, las presiones políticas hicieron firmar a quienes se encontraban a su cargo, un documento donde se declaraban «imposibilitados para reparar el templo y pagar los impuestos correspondientes del inmueble al Estado».
De esta forma, en el año de 1938 la iglesia de San Juan Bautista fue cerrada al culto hasta 1991, cuando un 17 de marzo se volvió a realizar una celebración religiosa.
Cabe mencionar que durante dos siglos, el poblado de Tsarkoe Selo fue considerado como la «residencia de gala» del zar durante el verano. De 1811 a 1843 aquí se ubicó también el Liceo Imperial de Tsarskoe Selo donde fuera educado el poeta nacional de Rusia, Alexander Pushkin.
Curiosamente, el regreso del templo de San Juan Bautista a la comunidad católica coincide con el recorrido que realiza por Rusia, de unas reliquias que son consideradas, según la tradición, los restos de la mano derecha de quien precisamente bautizara a Jesús en el Jordán.