La unión con el Corazón de Jesús, secreto del apostolado; asegura el Papa

Al dirigirse a los participantes en el congreso del Apostolado de la Oración

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 junio 2006 (ZENIT.org).- El secreto de un apostolado fecundo está en la unión al Corazón de Jesús, asegura Benedicto XVI.

Es la consigna que dejó este miércoles, al final de la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en el saludo que dirigió a los participantes en el Congreso Nacional Italiano del Apostolado de la Oración.

El encuentro ha celebrado los cincuenta años de la publicación encíclica de Pío XII «Haurietis aquas», con la que dio un fuerte impulso a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

«Que la unión con el Corazón de Jesús sea para todos fuente de santidad y de eficaz acción apostólica deseó el Papa».

El Congreso del Apostolado de la Oración ha reunido del 26 al 28 de junio en Roma a 500 delegados de las diferentes diócesis italianas.

El encuentro ha confirmado «la urgencia de un regreso a la interioridad que responde a una expectativa difundida y profunda de nuestra sociedad», ha comentado el padre Massimo Taggi S.I., director nacional del Apostolado de la Oración.

«El mundo de hoy tiene una necesidad urgente de espiritualidad», había dicho ya el padre Taggi al inaugurar las sesiones de trabajo y «la espiritualidad es la respuesta concreta a una de las mayores urgencias de nuestra sociedad, involucrada en un proceso sutil y prepotente que ya no es de secularización sino de auténtico secularismo ateo y materialista».

En las conclusiones del Congreso se confirmó la fisonomía de servicio eclesial del Apostolado de la Oración, compatible con todos los movimientos y asociaciones, y el compromiso de profundizar en la formación de los animadores, en particular, en la escucha de la Palabra de Dios y de su aplicación a los acontecimientos de nuestro tiempo.

El Apostolado de la Oración nació en Vals, cerca de Le Puy, en Francia, el 3 diciembre 1844, por intuición del padre Francisco Javier Gautrelet, SJ entre estudiantes jesuitas.

Quiere ser una escuela de santidad, estimulando a vivir el Bautismo y la Eucaristía, en el espíritu del «sacerdocio común de los fieles», a través de tres metas fundamentales y progresivas: el ofrecimiento diario; la consagración; la reparación.

Hoy, el Apostolado de la Oración está presente en todo el mundo y tiene, al menos, 50 millones de socios; se calcula que cien millones de personas practican cada día el Ofrecimiento de la jornada.

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ZENIT Staff

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