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En la mañana de hoy, la organización terrorista ETA ha atentado en el aeropuerto de Madrid-Barajas, causando graves daños personales y materiales. La Conferencia Episcopal Española quiere expresar su afecto y sincera solidaridad con las víctimas, especialmente con los familiares de las personas que, hasta el momento, se encuentran desaparecidas a causa del atentado.
Con las palabras de la Instrucción Pastoral Orientaciones morales ante la situación actual de España, reiteramos que el terrorismo es “intrínsecamente perverso, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable” y que “no sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo”. Según se señala en la citada Instrucción Pastoral, “el gobierno, los partidos políticos y todas las instituciones estatales tienen que trabajar conjuntamente, con todos los medios legítimos a su alcance, para que llegue cuanto antes el fin del terrorismo. Todos están obligados a anteponer la unión contra el terrorismo a sus legítimas diferencias políticas o estratégicas”. Asimismo, recordamos que la Instrucción advierte de que “una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político”.
Al condenar enérgicamente este atentado, constatamos una vez más que el terrorismo constituye una “estructura de pecado” y pedimos a las comunidades cristianas que perseveren en la oración por las víctimas del terrorismo y por sus familiares, por la conversión de los terroristas y el cese de la violencia, y para que Dios otorgue sabiduría y fortaleza a los gobernantes en sus decisiones y acciones, encaminadas a la desaparición del terrorismo.