El género y la educación

Los chicos y las chicas tienen necesidades diferentes

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ROMA, domingo, 28 enero 2007 (ZENIT.org).- Quienes defienden la educación por separado de chicos y chicas han recibido el apoyo de un informe recientemente publicado en Inglaterra.

En diciembre, Ofsted, el servicio inglés de inspección para niños y estudiantes, publicaba el informe titulado, «2020 Vision». El documento consideraba lo que podría ser la enseñanza y el aprendizaje personalizado en las escuelas en los primeros 20 años del nuevo milenio.

El informe apoyaba la idea de que se debería enseñar a los chicos por separado para frenar sus peores resultados frente a las chicas, informaba el periódico Telegraph de Londres el 4 de enero.

El informe mismo contenía una sección comentando la «división por géneros» en los resultados educativos de chicos y chicas. Esta diferencia de resultados se ha visto que existe en muchos países. El informe PISA (Program for International Student Assessment), publicado en el año 2000, mostraba que las chicas tenían resultados significativamente mejores que los chicos en las pruebas de lectura en todos los países menos en uno. En las matemáticas también quedaba clara la división por géneros – a favor de los chicos – aunque era menor.

Las razones de estas diferencias son complejas, observaba el informe de Ofsted. Las investigaciones muestran que incluso a muy temprana edad los chicos tienden a ser mejores en matemáticas y en ciencias, y las chicas en lectura y arte. Las diferencias en los resultados, sin embargo, pueden cambiar según los métodos de enseñanza dirigidos específicamente a ayudar a los chicos a superar sus dificultades.

Moulsham High, por ejemplo, en Chelmsford, una población en el sureste de Inglaterra, ha separado a chicos y chicas en los primeros cinco años de estudios desde los años setenta. Y ha tenido éxito en los resultados tanto de chicos como de chicas, informaba el Telegraph en otro artículo el 4 de enero, como parte de una serie sobre colegios con separación por sexos.

«Sólo necesitas ver a un chico de 11 años para ver que es radicalmente diferente de una chica de la misma edad y necesita que se le trate así», comentaba al Telegraph Chris Nicholls, el director de estudios.

Moulsham separa los sexos cuando los alumnos llegan a la escuela a los 11 años. Una vez que cumplen los 14, se mezclan para algunas clases, pero se mantiene la separación en matemáticas, inglés y ciencias.

Desarrollar los talentos
El Chelmsford County High School para chicas es un colegio con un notable éxito en la educación con separación de sexos, informaba el Telegraph el 11 de enero.

El colegio, para chicas entre 11 y 18 años, que se encuentra en el condado de Essex, supera a cualquier otro colegio, según los resultados publicados el verano pasado.

Glynis Howland, la jefa de estudios del colegio, declaraba al periódico que la educación con separación de sexos resulta vital para que se dé a las chicas la mejor oportunidad de desarrollarse.

Su argumento sobre el desarrollo tiene un apoyo en un reciente informe que muestra que no sólo es una cuestión de resultados en los exámenes. Las chicas que acuden a colegios con separación por sexos ganarán más en el mundo laboral que aquellas que recibieron una educación mixta, aunque no les haya ido tan bien en los exámenes, informaba el Times de Londres el 22 de septiembre.

Los investigadores del Center for Longitudinal Studies en el Institute of Education estudiaron a 13.000 personas nacidas en 1958. Encontraron que, a los 16 años, las chicas educadas en colegios con separación de sexos era más probable que estudiasen materias que les gustaran y en las que fueran buenas, en vez de permitir que los estereotipos de sexo influyeran en su elección de materia.

Esta tendencia continuó en la universidad y en el trabajo, permitiendo a estas jóvenes mujeres, provenientes de colegios de sólo chicas, que entraran en áreas de empleo dominadas normalmente por los hombres, y en las que los salarios tendían a ser más altos.

«Los colegios con separación por sexos parecen animar más a los estudiantes a seguir carreras académicas según sus talentos en lugar de según su género, mientras que en los colegios con coeducación se hacen más elecciones según estereotipos de sexo», afirmaba Alice Sullivan, coautora del informe.

Se suavizan las cortapisas en Estados Unidos
El año pasado los resultados positivos de la educación por separado motivaron cambios en la legislación federal de Estados Unidos. El Departamento de Educación publicó una normativa, que entró en vigor el 24 de noviembre, que daba a los colegios públicos más libertad para separar en clase chicos y chicas, informaba el 24 de octubre Associated Press.

«Algunos estudiantes pueden aprender mejor en ambientes educativos de un único sexo», afirmaba la Secretaria de Educación, Margaret Spellings. «Esta reglamentación final permite a las comunidades establecer colegios y clases por sexos como otro medio para salir al paso de las necesidades de los estudiantes».

Anteriormente, con la legislación en vigor desde 1975, las clases con separación de sexos sólo se permitían en casos limitados, como cursos de educación sexual o gimnasia. Ahora los colegios tienen la capacidad de ofrecer clases separadas si creen que esto tendrá beneficios educativos. La inscripción en estas clases será voluntaria.

Los cambios también harán más fácil instaurar colegios de un único sexo, siempre y cuando las autoridades locales puedan demostrar que también proporcionan al sexo excluido colegios paralelos con ventajas «sustancialmente iguales».

Siguiendo a los cambios legislativos, algunos reportajes en la prensa ponían de relieve el creciente apoyo a dar a los padres la opción de elegir educación separada para chicos y chicas.

Campbell Hall, un colegio privado mixto del norte de Hollywood, comenzó hace ocho años a separar chicos y chicas en matemáticas en séptimo y octavo grado, y resultó tan bien que ahora hacen lo mismo con ciencias, informaba el 20 de noviembre el Los Angeles Times.
<br> El artículo observaba que la investigación ha sugerido desde hace tiempo que las chicas en establecimientos mixtos difieren de los chicos y reciben menos atención de los profesores. La idea de separar los sexos es, no obstante, criticada por algunos grupos, tales como la American Association of University Women y la Unión de Libertades Civiles Americana, observaba el Los Angeles Times.

Los resultados en Campbell Hall han sido, sin embargo, positivos. Tras separar los sexos para matemáticas, las chicas han logrado mejores resultados en matemáticas en el instituto y participan más en clase.

En la Costa Este, la Smith Leadership Academy de Dorchester, Massachussets, es un colegio a la carta para cerca de 200 alumnos de sexto a octavo grado, y es la única escuela pública en la que el estado es consciente que se enseña a chicos y a chicas por separado, informaba el Boston Globe el 27 de noviembre.

Anteriormente era un colegio católico, pero desde que se dio la oportunidad de elegir hace tres años tiene clases separadas para chicos y chicas.

En DeLand, Florida, el colegio elemental Woodward Avenue es otra historia de éxito en la educación con separación de sexos, afirmaba el 18 de noviembre el editorial del Chicago Tribune.

Enfrentado al hecho de unas notas inferiores de los chicos, hace tres años el colegio dio la oportunidad a los padres de elegir inscribir a sus hijos en clases de un único sexo. Los resultados de los exámenes desde el primer año mostraron progresos significativos en los alumnos de las clases separadas por sexos, observaba el Chicago Tribune.

Apoyando los últimos cambios en la legislación federal, el editorial sostenía: «La clave aquí es la elección». No todos los niños son iguales, pero pa
ra que esté disponible la opción de la educación por separado de chicos y chicas los padres deben ser capaces de elegir el método que mejor funcione para sus hijos.

Otro experimento de educación por separado, esta vez en Canadá, también dio resultados positivos. El colegio elemental Glenmerry ha mejorado sus resultados en los exámenes tras separar los sexos, informaba el Vancouver Sun el 16 de noviembre.

Tras tener separados a los chicos de las chicas, los alumnos y alumnas de séptimo grado han logrado las mejores puntuaciones jamás logradas, incluso superiores a la media en la región y en la provincia. Además, los resultados han mejorado tanto para chicos como para chicas.

Lorraine Garnett Ward, en un artículo de opinión publicado por el Boston Globe el 30 de octubre, afirmaba que lo que debemos asegurar es que tanto chicos como chicas desarrollen su pleno potencial moral e intelectual.

Profesora de inglés actualmente en excedencia, sostenía que los colegios y las clases de un único sexo permiten a los jóvenes liberarse del peso de aprender las diferencias entre los sexos, y les da la oportunidad de desarrollar su potencial. Un argumento que cada vez gana más fuerza.

Por el padre John Flynn
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ZENIT Staff

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