TREBISONDA, lunes, 5 febrero 2007 (ZENIT.org).- Con una misa presidida por el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma, la comunidad católica turca recordó este lunes el primer aniversario del fallecimiento del padre Andrea Santoro.

El sacerdote, misionero de la diócesis de la Ciudad Eterna, fue asesinado mientras rezaba en la Iglesia de Trebisonda de la que era párroco, en plena oleada de protestas en contra de la publicación en periódicos occidentales de viñetas satíricas sobre Mahoma.

En la misma iglesia de santa María, en la que tuvo lugar el crimen, el cardenal Ruini, quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, calificó al padre Santoro de «testigo fiel del Señor Jesús hasta la efusión de su sangre».

El cardenal Ruini estuvo acompañado por la madre del padre Santoro, por las hermanas y un primo.

Concelebraron el nuncio apostólico en Turquía, el arzobispo Antonio Lucibello y el vicario apostólico de Anatolia, el obispo Luigi Padovese,

«Hemos venido para dar una contribución a la paz entre los pueblos y entre las religiones, para testimoniar que el diálogo entre las religiones es posible y preciso, en el respeto de la fe de cada uno y en el amor al hermano que está presente en toda persona humana, creada a imagen de Dios», afirmó el cardenal Ruini.

«Hemos venido para que se afirme en todo el mundo la libertad religiosa, para pedir a Dios que ilumine la mente y el corazón de todos los hombres, para que comprendan que Dios solamente puede ser auténticamente adorado en la libertad y en el amor al prójimo», añadió.