MADRID, lunes, 2 abril 2007 (ZENIT.org).- El jurista Rafael Navarro-Valls lanza la alerta desde el diario italiano «Avvenire» de la alteración de la «ecología familiar» en España de la mano de las iniciativas legislativas impulsadas por el gobierno socialista de los últimos tres años.
El catedrático de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación denunció, en la edición del 23 de marzo del citado periódico: «En el mundo occidental creo que hoy España representa un país anómalo».
Y es que «jamás otro Estado europeo o estadounidense ha aprobado un conjunto de leyes tales que alteren tanto la ecología familiar», lamenta.
El jurista se refiere a diversas normas: por un lado la aprobación del «matrimonio» entre personas del mismo sexo, incluida para éstas la posibilidad de adopción, «un hecho que se admite sólo en Holanda y en Canadá».
«Con esta ley, España se ha alineado con esos cuatro o cinco países que representan una excepción jurídica, a nivel internacional», subraya.
A ello se suma otra anomalía: la relativa al «divorcio express» «o «matrimonio al vapor», como lo definen algunos», apunta.
La rareza aquí radica en que «después de tres meses de matrimonio, sin aportar ninguna causa se puede romper la unión», de forma que «el matrimonio es el único contrato en el panorama jurídico español que puede deshacerse sin una razón», algo –compara el jurista- «muy semejante al repudio islámico».
El problema de esta reforma -añade- «es que no altera sólo lo que podríamos definir «salida del matrimonio»»; «modifica también la «entrada»» porque «cuando dos futuros cónyuges saben que la unión es fácilmente disoluble, no invierten mucho en fidelidad y en otros compromisos».
De ahí que considere que esta reforma legislativa «ha hecho perder valor a la percepción del matrimonio mismo».
La actividad legislativa impulsada por el actual gobierno no se ha detenido ahí: se ha aprobado la norma sobre fecundación asistida «que elimina cualquier limitación» -recuerda el profesor Navarro-Valls-, «ha entrado en vigor la ley de identidad sexual que permite cambiar de sexo en los documentos, sin necesidad de una operación jurídica», y se aproxima «la ley de investigación biomédica».
Esta última se orienta a permitir «la llamada clonación terapéutica, prohibida en países como Alemania, Francia o Italia; una práctica contraria a las propias recomendaciones de la ONU o de la UE», recalca.
Para el profesor Navarro-Valls, «todo ello, en síntesis, hace de España una anomalía en Occidente».
«Los efectos de esta erosión de la sociedad -avisa- se dejarán sentir a medio y largo plazo».
En cambio, respecto a otros países, esta actitud legislativa española, «más que un efecto dominó» provoca «un efecto blindaje», percibe el jurista.
«No se trata sólo de una consecuencia de lo que ha sucedido en España, cierto -puntualiza-. Pero hay mucho países que, en vista de posibles reformas de este tipo, se han «blindado», definiendo el matrimonio como la unión exclusivamente de un hombre y una mujer» o mostrándose desfavorables, como es el caso, por ejemplo, de Honduras, Guatemala, Costa Rica, Perú, Chile, o 39 Estados de los EE. UU.
Lejos de que existiera una realidad que ha sido regulada, en opinión del profesor Navarro-Valls «el gobierno español está llevando a cabo un tipo de revolución desde arriba».
«No creo que antes existieran cientos de miles de matrimonios que necesitaran una solución rápida -ejemplifica-; pero ante la invitación a la ruptura, es así como terminan. Aquí no se potencian los mecanismos de reconciliación».