WASHINGTON, jueves, 19 abril 2007 (ZENIT.org).- La XI Ronda de Diálogo Luterano-Católico de Estados Unidos tuvo lugar entre los días 15 al 18 de abril, en el Seminario Teológico Luterano Southern, Columbia, Carolina del Sur, una nueva cita para debatir sobre «La esperanza en la vida eterna».
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) y la Iglesia Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) eligieron el tema al final de la X Ronda en 2004, para examinar todo lo relacionado con la vida cristiana más allá de la muerte.
La conversación partió de principios de vida tras las muerte, desarrollados en la «Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación», que la Federación Luterana Mundial y la Iglesia católica firmaron el 31 de octubre de 1999, en Augsburgo, Alemania. Los participantes en el diálogo consideraron temas como el purgatorio, indulgencias, y misas y oraciones por los difuntos.
Monseñor Richard J. Sklba, obispo auxiliar de la arquidiócesis católica de Milwaukee, y el reverendo Lowell G. Almen, secretario de la ELCA, ejercieron como copresidentes del diálogo. Además de los miembros de la ELCA y la Iglesia Católica, en el diálogo participaron dos miembros del Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri.
«La reciente reunión de diálogo ha constituido otro paso constructivo en el estudio del tema desde las perspectivas luterana y católica –dijo el reverendo Almen–. Miembros del equipo de esta reunión emprendieron el desarrollo inicial de un borrador que pudiera guiar la ulterior discusión y el posible contenido de un informe a las Iglesias».
El «largo camino» del diálogo ecuménico requiere un incansable compromiso continuado, dijo, añadiendo que queda mucho trabajo para los miembros del equipo del actual diálogo y para quienes les seguirán. «Cada pequeño paso para una mayor comprensión mutua es importante, sin embargo, en la medida en que nos esforzamos en modos sanos de reflexionar más claramente sobre la unidad que nos ha sido dada como bautizados hermanos y hermanas en Cristo», añadió.
«La precisión cuidadosa mantenida en esta reunión de diálogo por los miembros de cada delegación y su conocimiento de la historia han sido una gran bendición para todos nosotros –manifestó por su parte monseñor Sklba–. Simplemente trazar las prácticas desarrolladas que han marcado nuestras respectivas oraciones luterana y católica con motivo de la muerte de un creyente ha aportado luz a nuestra conversación».
«Mientras que los católicos ponemos gran énfasis en nuestra común pertenencia al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, ambos confiamos en la gracia salvadora de Dios en Cristo», añadió monseñor Sklba.
«Esta reunión de la XI Ronda puso en evidencia una de las convergencias clave de este diálogo: la comunión de los creyentes con Cristo, y con todos nuestros hermanos y hermanas que están en Cristo, no puede ser rota por la muerte –señaló el padre James Massa, director ejecutivo del Secretariado de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la USCCB–. La solución a nuestras diferencias confesionales sobre estados de transición como el purgatorio depende de un gran nivel de profundización de nuestro arraigo en la profesión común cristiana de la ‘comunión de los santos’», añadió el padre Massa.
Explorar la «devoción popular y la piedad» de cada tradición sigue ayudando en la búsqueda de la comprensión mutua y la reconciliación, comentó.
«Los temas que dividen a la Iglesia parecen menores en las áreas bajo estudio en la Ronda XI», señaló monseñor Sklba.
Los participantes en el diálogo asistieron a la liturgia católica en la Iglesia de San José y la liturgia luterana en la Iglesia Ebenezer, ambas en Columbia.
El próximo encuentro de diálogo está previsto para los días 11 a 14 de octubre de 2007, en el St. Paul College, Washington, D.C.