SAN MARINO, lunes, 23 abril 2007 (ZENIT.org).- Se debe tener presente la capacidad de las religiones para promover el diálogo y la comprensión, apunta el secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis.
Fue el encargado de abrir este lunes –en la República de San Marino, en presencia de sus autoridades– la primera conferencia europea -sobre «La dimensión religiosa del diálogo intercultural»-, organizada por la presidencia sanmarinense del Consejo de Europa.
Participan en la cita (abierta a los medios de información) de San Marino representantes cristianos –católicos, protestantes y ortodoxos–, judíos y musulmanes, Estados miembros y observadores del Consejo de Europa e invitados y expertos de otras instituciones internacionales de la sociedad civil.
Según expresó Davis en la apertura de los trabajos, «el diálogo entre culturas religiosas distintas se alcanzará enteramente cuando desde cada iglesia, sinagoga o mezquita, el sacerdote, el rabino y el imán dialoguen entre sí enviando mensajes comunes de tolerancia y fraternidad», sintetiza la Dirección de Comunicación del Consejo de Europa a Zenit.
«Tomando prestada una máxima de Platón, que no era ni cristiano, ni judío, ni musulmán, ninguna ley es más eficaz que la comprensión», recalcó Davis ante los numerosos convocados a la conferencia europea.
«El diálogo intercultural es fundamental –en una época en la que la globalización ha creado fricciones– porque acerca las diferentes culturas y reduce los riesgos de malentendidos, por lo tanto atenúa las tensiones y el peligro de conflictos», prosiguió.
En este contexto recalcó que «en un tiempo la fe se consideraba una cuestión privada, incluso íntima»; pero «hoy es justo que las organizaciones religiosas tengan más importancia que en el pasado, dado que tienen la fuerza de inducir a la gente al diálogo y a la compresión».
«Las religiones, como otras muchas convicciones humanas, son expresión de identidad cultural que merecen respeto», subrayó Terry Davis.
«Creo que las comunidades religiosas tiene un gran potencial en la construcción de puentes que enlacen las diversas civilizaciones y religiones -apuntó-. He aquí por qué, trabajando de común acuerdo, pueden combatir los extremismos, la violencia y el odio. Pueden convertirse en una fuerza para la consecución de la paz y la tolerancia».
Para Davis, «la presidencia sanmarinense del Comité de Ministros del Consejo de Europa no podía concluir con un evento más adecuado que una conferencia de este nivel y utilidad para los problemas que hace tiempo afligen al mundo».
Por su parte, el comisario europeo para los derechos humanos, Thomas Hammarberg, aludió a los valores comunes que comparten las religiones con el Consejo de Europa. Se refirió al derecho a la vida, a la dignidad humana, al respeto de la vida y del derecho, explica la Dirección de Comunicación del organismo europeo a Zenit.
¿Quién podría proteger mejor los derechos humanos que los lideres religiosos?, fue la cuestión que lanzó Hammarberg.
El tema de las perspectivas de diálogo entre las comunidades religiosas tradicionalmente presentes en el viejo continente, la sociedad civil y el Consejo de Europa es uno de los aspectos que motiva la conferencia europea en marcha.
Como indica su título, igualmente busca evaluar la importancia de la dimensión religiosa en la promoción del diálogo intercultural, especialmente a la luz de las consultas preparatorias acerca del «Libro Blanco sobre Diálogo Intercultural» del Consejo de Europa.
La convocatoria se contempla además como una oportunidad para compartir ejemplos de buena práctica en todos los niveles de diálogo entre comunidades religiosas y autoridades públicas.
Desde 1949 el Consejo de Europa desarrolla su labor en la promoción de la democracia y los derechos humanos en el continente. Igualmente promueve respuestas comunes a los desafíos sociales, culturales y legales de sus 46 estados miembros.