CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 23 abril 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se ha dirigido al G8 (los siete países más industrializados del mundo y Rusia) para pedir que asuma como prioridad la lucha contra a pobreza, especialmente en África.
El Papa ha hecho su llamamiento en una carta dirigida a la canciller de la República Federal Alemana, Angela Merkel, presidente de turno de la Unión Europea y del G8, que la Santa Sede ha publicado este lunes.
«Alcanzar el objetivo de la eliminación de la pobreza extrema antes del año 2015 es una de las tareas más importantes de nuestro tiempo», asegura el pontífice en la misiva, que lleva por firma el 16 de diciembre 2006, poco antes de que Alemania asumiera la presidencia de estas dos instituciones.
«Esta meta está ligada indisolublemente a la paz y a la seguridad en el mundo», aclara en su mensaje, que busca influir en la preparación de la cumbre del G8 que se celebrará en la localidad de Heiligendamm del 6 al 8 de junio.
El Papa pide crear y garantizar para los países pobres «de manera confiable y duradera, condiciones comerciales favorables que incluyan sobre todo un acceso amplio y sin reservas a los mercados».
Asimismo exige «medidas a favor de una rápida cancelación completa e incondicional de la deuda exterior de los países pobres altamente endeudados y de los países menos desarrollados».
«Han de tomarse medidas para que estos países no acaben de nuevo en una situación de deuda insostenible», advierte.
El Santo Padre exige a «los países industrializados» que cumplan con «los compromisos que han asumido en el ámbito de las ayudas al desarrollo y cumplirlos plenamente».
A continuación, pide «importantes inversiones en el campo de la investigación y del desarrollo de medicinas para el tratamiento del sida, de la tuberculosis, de la malaria y de otras enfermedades tropicales».
«Los países industrializados tienen que afrontar la urgente tarea científica de crear finalmente una vacuna contra la malaria», reconoce.
Por último, la misiva del Papa alienta a la comunidad internacional a seguir trabajando «por una reducción significativa del comercio de armas, legal o ilegal, del tráfico ilegal de materias primas preciosas y de la fuga de capitales de los países pobres».
Amplía este compromiso a «la eliminación tanto de prácticas de reciclaje de dinero sucio como de la corrupción de los funcionarios en los países pobres».
La Santa Sede ha publicado también este lunes la carta de respuesta que Angela Merkel envió el 2 de febrero de 2007 a Benedicto XVI en la que le agradece su compromiso y le garantiza que la lucha contra la pobreza y la ayuda al desarrollo en África será una de sus prioridades como presidente del G8.
«Hemos adoptado el objetivo de modificar las estrategias de lucha contra el sida para que tengan en cuenta particularmente la situación de las mujeres y chicas. Todos estos esfuerzos serán incompletos si, a largo plazo, los sistemas de salud no son mejorados», afirma la canciller.
Merkel también apoya la petición del Papa de cancelación de la deuda exterior de los países pobres y se compromete a firmar acuerdos económicos entre la Unión Europea y los países de África, el Caribe y el Pacífico para que tengan acceso a los mercados internacionales.