APARECIDA, martes, 22 mayo 2007 (ZENIT.org).- Según una religiosa que participa en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, la mujer dentro de la Iglesia tiene una misión especial en el campo de la vida.
La hermana María de los Dolores Palencia, HSJL, mexicana, primera vicepresidenta de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos, en rueda de prensa en la tarde del lunes, en el Santuario de Aparecida, afirmó que la Iglesia en América Latina «es mayoritariamente femenina», «tanto por sus agentes cuanto por la participación de los fieles».
«Tenemos algo específico que aportar», destacó la religiosa. Y, dentro de esa aportación, afirmó que las mujeres tienen que ser respetadas en su especificidad «y trabajar en complementariedad y en reciprocidad».
«Por eso, nuestra misión se define un poco alrededor de la vida –afirmó la hermana Palencia–. Estamos llamadas a acoger la vida y a recibirla de Dios por nuestra experiencia personal y comunitaria de contemplación».
«Estamos invitadas a cogenerar la vida, a dar nacimiento a la vida y a recibir los gérmenes de vida que ya están presentes en nuestras culturas», dijo.
Según la religiosa, las mujeres latinoamericanas están llamadas también a defender la vida. «La vida amenazada de la humanidad, la vida amenazada de la creación», afirmó.
Según la hermana Palencia, las mujeres son invitadas a mostrar el «rostro materno» de Dios, a «mostrar la compasión, la ternura, la misericordia».
«Tenemos que estar cercanas a nuestros pueblos que sufren y recordar que la primera tarea es la humanización de la humanidad».
Según la religiosa, el tema de la presencia de la mujer en la Iglesia y en el apostolado fue destacado en los diversos grupos de trabajo que, la semana pasada, hicieron un análisis de la realidad latinoamericana en la V Conferencia y la confrontaron con el ser discípulos y misioneros de Jesucristo en el continente de la esperanza.