CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 28 enero 2008 (ZENIT.org).- La reivindicación de la revista «The Lancet» para pedir que la Iglesia reconozca los anticonceptivos orales no tiene carácter científico, explica el presidente de la Federación de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC).
En el año del cuadragésimo aniversario de la encíclica «Humanae vitae», la publicación científica pide la distribución de anticonceptivos orales entre las mujeres como respuesta a un estudio en el que se muestra que estos fármacos protegen del cáncer de ovarios.
Un comunicado emitido por el doctor Josep María Simón Castellví, presidente de la FIAMC, recuerda que la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer («International Agency for Research on Cancer») --con sede en Lyon--, agencia de la Organización Mundial de la Salud, en su comunicado de prensa del 29 de julio de 2005, constató la posible carcinogenicidad de contraceptivos orales combinados estrógeno-progestógeno y terapia combinada estrógeno-progestógeno para la menopausia, basado en las conclusiones de un grupo internacional «ad hoc» de trabajo formado por 21 científicos de 8 países.
Los contraceptivos orales estrógeno-progestógeno fueron clasificados en el Grupo 1 de los agentes carcinogénicos. Esta categoría se utiliza cuando hay evidencia suficiente de carcenogenicidad en humanos.
El doctor Castellví envía la aclaración porque la FIAMC «está comprometida con la verdad y la ciencia desde sus orígenes».
«Como resultado de los efectos secundarios, incluido el cáncer, de estos fármacos, tenemos que decir que en este caso "The Lancet" y los medios de comunicación ha reproducir su llamamiento han sido claramente irresponsables», afirma.
Por Jesús Colina