CULIACÁN, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org–El Observador).- El nuncio apostólico en México, monseñor Christophe Pierre, ha chico en esta ciudad que el narcotráfico debe ser combatido con la educación y los valores, y es ahí donde puede intervenir la Iglesia católica.
El representante de Benedicto XVI ha mantenido una visita en esta ciudad, capital del Estado de Sinaloa, larvada por los cárteles de la droga desde hace muchas décadas.
Según ha dicho monseñor Pierre, la actividad de narcotráfico es un reflejo del cambio de conductas sociales que se ha venido produciendo no solamente en México sino en gran parte de los países de América Latina, donde el valor dinero se ha convertido en una especie de dios.
El representante papal advirtió una situación «grave» de violencia y narcotráfico en México y subrayó que «el papel de los políticos y de toda la sociedad es movilizarse y analizar los motivos de esas conductas y actuar en consecuencia».
Monseñor Pierre pidió que se de atención a todos los signos de desintegración social que representan un peligro real para la sociedad, incluidos los grupos armados que operan en México y en otras partes de América Latina
«Es necesario –advirtió el arzobispo– enseñar los valores en las escuelas, aunque no es una tarea fácil, es ahí donde está la fuente de la pérdida de esos valores en el mundo».
«Cada uno de nosotros puede caer en tentación», dijo, aunque advirtió que en el caso de los sacerdotes, su fe, su conciencia y compromiso con la Iglesia y sus feligreses lo fortalecen para evitar que sucumba.
El nuncio apostólico señaló que no existen nuevos pecados capitales, sino actitudes que se vinculan a problemas sociales, en los que se busca contribuir para que los ciudadanos sean más responsables consigo mismos y el medio ambiente que los rodea.