CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 30 marzo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI manifestó su pésame al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal mexicano Adolfo Antonio Suárez Rivera, arzobispo emérito di Monterrey, fallecido el 22 de marzo a los 81 años.
En un telegrama enviado al cardenal Francisco Robles Ortega, su sucesor como arzobispo di Monterrey, el Papa se une con «fervientes oraciones de sufragio» a cuantos lloran al purpurado y pide «que el Señor conceda su paz a quien ha servido tan intensa y generosamente a la Iglesia durante su ministerio pastoral» primero como guía de las diócesis de Tepic y Tlalnepantla, y después como arzobispo de Monterrey.
El cardenal Antonio Suárez Rivera había nacido en San Cristóbal de las Casas el 9 de enero de 1927. Era sacerdote desde el 8 de marzo de 1952, obispo desde el 15 de agosto de 1971 y cardenal desde el 26 de noviembre de 1994. Fue arzobispo de Monterrey de 1993 a 2003.
Con su muerte, el colegio cardenalicio cuenta con 197 purpurados, de ellos 119 cardenales electores en caso de cónclave (no han cumplido 80 años).