CIUDAD DEL VATICANO, martes 26 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha alzado la voz este martes pública y oficialmente a través de un comunicado para pedir que cese la violencia contra las comunidades cristianas en la India, agudizada desde el 23 de agosto por fundamentalistas hindúes.
En una nota difundida por su Oficina de Información, «la Santa Sede, expresando solidaridad a las Iglesias locales y a las congregaciones religiosas afectadas, condena estos actos que atentan contra la dignidad y la libertad de las personas y comprometen la convivencia civil pacífica».
Al mismo tiempo, el Vaticano «hace un llamamiento a todos para que, con sentido de responsabilidad, se acabe con toda violencia y se reconstituya un clima de diálogo y respeto mutuo», afirma el comunicado.
L’Osservatore Romano, diario de la Santa Sede, ha calificado las noticias que llegan del país asiático como «sumamente preocupantes».
En la mañana de este martes ha ascendido al menos a cinco el número total de fallecidos a causa de la violencia anticristiana estallada en el estado de Orissa en los últimos tres días.
Entre los muertos se encuentra una misionera laica de 20 años que trabajaba en un orfanato de una aldea dedl distrito de Bargarh, quemado por los fundamentalistas. Un cristiano ha sido asesinado en su casa, en Kandhamal, y tres han sido víctimas de los incendios de extremistas hindúes.
Otra religiosa del Centro Social de Bubaneshwar, sor Meena, fue violada por grupos de extremistas hindúes antes de dar fuego a todo el edificio, según ha informado la agencia Asianews.it.
También han sido atacadas las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, alcune di loro sono state prese a sassate. Un hospital para ancianos, dirigido por los Misioneros de la Caridad ha sido destruido (por segunda vez), añade la agencia del Pontificio Instituto para las Misiones Exteriores.
La violencia estalló al día siguiente del asesinato, en el distrito de Kandhamal, de Swami Laxmanananda Saraswati, líder de los extremistas de la organización extremista hindú Vishva Hindu Parishad (VHP). Se considera que el Partido Bharatiya Janata es su brazo político. Saraswati dirigía desde hace tiempo una campaña violenta contra las conversiones al cristianismo.
Tras su muerte, iglesias, centros sociales, centros pastorales, conventos y orfanatorios fueron asaltados el domingo, lunes y martes al grito de «Matad a los cristianos y destruid sus instituciones».
El obispo Thomas Thiruthalil, presidente de la Confrencia Episcopal Católica de Orissa , ha condenado duramente en un comunicado el asesinato de Saraswati, que tuvo lugar en la noche del 23 de agosto, en un distrito dominado por pueblos tribales.
«Nosotros, la comunidad católica en Orissa, condenamos profundamente el bárbaro suceso y expresamos profunda simpatía a los seres queridos de los fallecidos» junto a Saraswati, ha afirmado el prelado en una declaración.