CIUDAD DEL VATICANO, jueves 9 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- La congregación general de la tarde de este miércoles del Sínodo de los Obispos concluyó manifestando la cercanía de la Iglesia universal a los cristianos en Irak.
El arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo, tomó la palabra antes de despedirse de los presentes para recordar que en ese día celebraba su cumpleaños el cardenal Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos.
Benedicto XVI intercambió la mirada con la del patriarca y se unió al aplauso de los presentes.
El patriarca nació en 1927 en Telkaif. Fue ordenado sacerdote caldeo en Mosul, el 21 de diciembre de 1952. Es patriarca desde el 3 de diciembre de 2003 y cardenal desde el 24 de noviembre de 2007.
Su patriarcado se ha caracterizado por la persecución que sufren comunidades cristianas en el país, y por el éxodo de sus hijos en busca de un futuro sereno en otros países.
Posteriormente, tras la asamblea, en declaraciones a Zenit, el patriarca pidió las oraciones de los católicos del mundo por los cristianos en Irak y su movilización para que sean reconocidos sus derechos.
Según ha informado Radio Vaticano, el 7 de octubre otros tres cristianos --entre ellos un padre y un hijo-- fueron asesinados mientras trabajaban. "Una vez más, las víctimas sólo tenían una 'culpa': ser cristianos", observó la emisora pontificia.