ROMA, miércoles 10 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Caritas Internationalis ha lanzado un llamamiento de emergencia para ayudar a los afectados por las tormentas tropicales que devastaron Honduras a finales del pasado mes de octubre, según informó ayer esta organización.
Se estima que las lluvias torrenciales han afectado a alrededor de 270.000 personas, especialmente tras el desbordamiento de los ríos Ulúa, al norte del país, y Choluteca, al sur.
A través de la red Cáritas, se esperan recoger alrededor de 1,3 millones de dólares, que se destinarán a reparar viviendas, reconstruir infraestructuras y promover la producción agrícola.
Estas ayudas se añaden a las de emergencia que Cáritas distribuyó entre los damnificados en los primeros días tras las inundaciones, en forma de alimentos y medicinas. Las actuales ayudas se destinarán a la reconstrucción de cerca de 3.300 viviendas, además de a subvencionar a los agricultores que han perdido las cosechas.
El cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internationalis y hondureño de origen, explicó en declaraciones a Radio Vaticano que estas tragedias «golpean a los más pobres entre los pobres».
La prioridad, explicó el purpurado, una vez pasada la primera emergencia, es la construcción de nuevas viviendas más seguras ante futuros desastres».
Según Caritas, este país centroamericano «es frecuentemente camino de tormentas tropicales y huracanes. Las inundaciones subsiguientes y los corrimientos de tierra hacen a las poblaciones más vulnerables y dañan a la economía».
«Caritas Honduras promueve proyectos para promover la capacidad de reconstrucción y la sostenibilidad medioambiental».
Precisamente, el país no se ha recuperado completamente del huracán Mitch, que devastó el país en 1998 y costó la vida a más de 10.000 personas. «Los efectos del Mitch han provocado que las comunidades hayan estado peor equipadas para afrontar desastres posteriores», afirma la organización.