Semana Santa en Roma, una experiencia espiritual en comunión con la Iglesia

Miles de fieles llegan a la Ciudad Eterna para vivir aquí estas celebraciones

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ROMA, domingo, 12 abril 2009 (ZENIT.org).- Algunos han venido para estar cerca del Papa durante las celebraciones de Semana Santa o para vivir este tiempo litúrgico en comunión con la Iglesia Universal. Otros han aprovechando un viaje para quedarse en Roma durante estas celebraciones. Estas son algunas de las razones por las que miles de peregrinos vienen a Roma a vivir cada año la Semana Santa. En la plaza de San Pedro, en este domingo de Resurrección eran unos 200 mil.

Autobuses llenos de peregrinos que iban recorriendo las principales iglesias y lugares históricos de Roma, grupos de fieles que se congregaban en San Pedro para pedir billetes de entrada (gratuitos) para los oficios del Santo Triduo Pascual, miles de fieles que oraban en los diferentes santuarios de la Ciudad Eterna… Este era el ambiente que se respiraba durante la también llamada Semana Mayor.

Ha comenzado la primavera y la temperatura ha aumentado (un promedio de 17 grados). Durante estos días no hubo lluvias fuertes en la ciudad, típicas de esta estación, lo que facilitó que más peregrinos caminaran por las calles visitando los lugares santos e incluso asistiendo a algunas ceremonias al aire libre.

Una fe viva y joven

Durante estos días Roma se destacó por una fuerte presencia de peregrinos jóvenes. Entre ellos se encontraban los 4.200 estudiantes que vinieron de 200 universidades el mundo para el Congreso Internacional UNIV 2009, que se realizó los días 7 y 8 de abril. Un evento surgido con el apoyo del fundador de la prelatura del Opus Dei San Josemaría Escrivá de Balaguer.

Tal es el caso del joven mexicano José Ramón Medrán, quien vino con un grupo de compañeros para participar de este congreso, así como de las actividades de Semana Santa: «Tuvimos la oportunidad de empezar esta peregrinación en Tierra Santa y culminar en Roma. Ha sido un momento muy intenso acompañar al Santo Padre durante toda la semana y esto nos ayudó a prepararnos para vivir la muerte de nuestro Señor y la resurrección».

Medrán aseguró que de todas las ceremonias la que más le llamó la atención fue la adoración de la cruz el Viernes Santo en San Pedro: «Fue hermoso ver cómo el Santo Padre se inclinaba y tenía un sentimiento de mortificación al ver y al sentir cómo Cristo fue crucificado», dijo a ZENIT minutos antes de entrar a la basílica de San Juan de Letrán.

Otros jóvenes, como el también mexicano Daniel Preciado, aprovechan su estadía en Roma por motivos de estudio, para vivir la aquí la Semana Santa. «Me alegra ver tanta gente reunida alrededor del Vicario de Cristo y alrededor de Cristo mismo. Jesús, que está presente aquí, que nos invita a seguirlo hasta el fondo», reconoce.

«Aprecio mucho del Santo Padre que va deletreando la fe, para aplicarla a la vida personal de una manera muy clara», dijo este estudiante de la Ateneo Regina Apostolorum quien vive en Roma desde el mes de noviembre.

Por su parte, la catequista Stefania Mazzitelli vino con 74 chicos de 13 a 15 años de la parroquia de San Sebastiano en la ciudad de Brescia al norte de Italia.

Recibirán el sacramento de la confirmación el próximo 19 de mayo: «»Muchos de estos chicos no habían estado nunca en una misa con el Papa. Ha sido lindo encontrar tanta gente con diversos idiomas. Venir aquí es el mejor regalo para estos chicos que se preparan para la confirmación», dijo a ZENIT Stefania.

Candelaria Kozameh, de 20 años, vino desde Argentina a visitar unos familiares que residen en Roma. Ella decidió estar el Viernes Santo en la Iglesia de la Santa Cruz en Jerusalén donde, según la tradición, se encuentran restos el madero de la cruz del Señor, los clavos con que fue crucificado y las espinas de su corona.

«Era increíble, mientras en todas las iglesias del mundo los católicos adoran una réplica de la cruz, aquí estábamos adorando la cruz donde verdaderamente el Señor estuvo clavado. Fue muy emocionante», dijo Candelaria luego de haber subido de rodillas por la Escalera Santa, por la cual, según la tradición, subió Jesús antes de ser crucificado y que en el año 335, fue trasladada a Roma por Santa Elena, la madre de Constantino.

Dos jóvenes seminaristas vinieron de Zaragoza, España, acompañados por su formador el padre José María Navarro, quien explicaba, mientras salía de la Iglesia Santa Práxedes «He tenido la suerte de concelebrar con el Papa. Estamos emocionados y contentos de ver esta ciudad donde vemos la fe de nuestros primeros apóstoles cristianos».

El Sábado Santo en la tarde, un grupo de la Asociación Internacional Heraldos del Evangelio se encontraba en la puerta de la basílica de Santa María de la Mayor ensayando para la Solemne Vigilia Pascual. Dentro de ellos estaban Gonzalo Raimundo, quien aseguró para ZENIT.

«Nos estamos preparando para celebrar la Pascua. Sin la resurrección ¿qué es nuestra vida? La resurrección es la esperanza, lo que nos alienta a caminar para seguir adelante. Hemos acompañado a Jesús en la cruz, lo hemos visto morir, en el sepulcro. En la resurrección nosotros resucitamos con El para poder entrar en el reino de los cielos».

Por Carmen Elena Villa

 

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ZENIT Staff

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