GAZA, jueves, 23 abril 2009 (ZENIT.org-Aica).- Con la llegada del padre Jorge Hernández, sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), a la Franja de Gaza, desde el 1 de abril se concretó la misión permanente del IVE en dicha ciudad palestina.
En la semana después de la Pascua se realizó el traspaso formal de la parroquia de la Sagrada Familia, que pertenece al Patriarcado Latino de Jerusalén, a la cura pastoral de esta familia religiosa nacida en la ciudad de San Rafael, Mendoza. Al padre Hernández, ahora párroco, se le unirá dentro de unos meses otro sacerdote del IVE.
En toda la Franja de Gaza hay una única parroquia católica que cuenta con 205 fieles católicos. Además, viven otros 3.000 cristianos, en su gran mayoría griegos ortodoxos. El resto de la población es musulmana: 1.500.000.
La presencia aquí del IVE comenzó hace más de tres años, como vicarios parroquiales extraordinarios que asistían a la parroquia regularmente desde Beit Jala, yendo una vez por mes varios días a fin de realizar algunas obras para aliviar el trabajo del hasta ahora párroco, padre Manuel Musallam. Así los padres del IVE pudieron predicar, visitar enfermos, y formar un grupo ecuménico de jóvenes, entre otras actividades.
El nombre de la parroquia se debe a que según la tradición Gaza era uno de los puntos por donde San José, la Virgen María y el Niño Jesús pasaron en su huída a Egipto.
El padre Hernández señaló que «la comunidad católica si bien es muy pequeña, es una gran misión. ¡Cuenta con el mismo número de fieles con los que contaba la ciudad de Ars a la llegada del Santo Cura Padre Vianney! Y de Ars comenzó la renovación de toda Francia y, en parte, de toda Europa».
«Hay mucho hecho -dice el párroco argentino-, ya que el párroco anterior, junto con varias religiosas durante muchos años realizaron muchas obras, pero hay también mucho por hacer».
Al dar la información las autoridades de la provincia Nuestra Señora del Destierro, del IVE, piden «oraciones y sacrificios por nuestros misioneros allí, por el pequeño rebaño de Cristo y por todos los habitantes de Gaza, que bajo los escombros de años de injusticias bregan por una justa paz. Que el Rey de la Paz, Jesucristo, y Su Madre Santísima, junto a San Porfirio, San Hilarión y una multitud de santos locales intercedan por todos».