ROMA, jueves, 23 abril 2009 (ZENIT.org).- El director de la Cáritas de Vanni, en Sri Lanka, fray T. R. Vasanthaseelan, ha resultado gravemente herido en la mañana de este jueves como consecuencia de los combates que en los últimos días mantienen efectivos del Gobierno y fuerzas rebeldes de los Tigres Tamiles (LTTE).
Varias bombas han alcanzado la iglesia de San Antonio, en Valaignarmadam, donde han sido parte de las diez mil personas que han quedado atrapadas entre ambos frentes.
La gravedad de las heridas ha obligado a amputar una de sus piernas al director de Cáritas Vanni, que hasta ese mismo momento había estado coordinando el trabajo de asistencia humanitaria a las víctimas de este conflicto, muchas de las cuales están siendo utilizadas por los rebeldes tamiles como escudos humanos ante el avance de las fuerzas del Gobierno.
Según informa la Cáritas Ceilandesa, en los combates registrados este miércoles resultó herido el sacerdote James Pathinatham, miembro de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de Sri Lanka.
Al tener noticia de este suceso, la secretaria general de Cáritas Internationalis, Lesley-Anne Knight, ha recordado al Gobierno de Sri Lanka y a los rebeldes tamiles "la obligación de proteger las vidas de los civiles y de permitir el acceso humanitario" a las víctimas". "Las Naciones Unidas y la comunidad internacional -ha señalado- deben instarles a que respeten esos principios". Asimismo, la secretaria general de Cáritas Internationalis ha reiterado su "llamamiento a favor de un alto el fuego inmediato", además de denunciar "el sufrimiento indescriptible de los trabajadores y voluntarios locales de Cáritas, al ser testigos de cómo mujeres y niños inocentes son asesinados o heridos en esta guerra".
Ante la escalada de la violencia que se vive en el país asiático, Cáritas Internationalis ha lanzado un llamamiento de emergencia a todas las Cáritas del mundo para apoyar las acciones de emergencia que la Cáritas local está llevando a cabo para socorrer a las decenas de miles de personas que han huido de sus hogares como consecuencia de los combates.