COCHABAMBA, viernes, 24 abril 2009 (ZENIT.org).- El cardenal Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana dirigió un mensaje a los obispos durante la inauguración este jueves de la LXXXVII Asamblea Plenaria de Obispos de Bolivia. En el mismo, hace un análisis de la situación por la que atraviesa el país y denuncia la corrupción, comercialización de la droga y el terrorismo organizado.
El cardenal Terrazas subraya en su mensaje algunos acontecimientos «desconcertantes» producidos en los últimos días. Además de la operación a la que fue sometido recientemente, destaca «el impacto del atentado, lastimosamente aun no clarificado».
El cardenal dio la bienvenida a esta 87 Asamblea al nuncio apostólico, el arzobispo Giambattista Diquattro, y le deseó «una labor fructífera en la misión que le ha encomendado el Santo Padre Benedicto XVI».
Una de las tareas que afrontará esta Conferencia, indicó el cardenal Terrazas es la adecuación de las estructuras de la misma «para que respondan de manera más ágil y coordinada a los nuevos desafíos que nos plantea la sociedad actual. Así nuestros servicios reflejarán la preocupación apostólica de la Iglesia, vivida en comunión y corresponsabilidad».
En segundo lugar, señaló la tarea de «ultimar los detalles para el lanzamiento de la Misión Permanente, recogiendo con entusiasmo el llamado de Aparecida, que nos lleva a vivir procesos de conversión personal, pastoral y eclesial».
En este sentido, el cardenal Terrazas indicó que «Bajo el lema: ‘¡Bolivia, escucha, aprende y anuncia!’, la misión deberá llegar a todos los rincones del país. Ser misioneros aquí y ahora significa dar testimonio de nuestra fe en el único Señor Jesucristo, con la firme convicción de que a Dios, nadie lo arranca de nuestro corazón, ni de nuestra vida, ni de nuestro pueblo. Significa también cultivar los valores humanos y cristianos, auténtica fuerza espiritual de nuestra gente, base de una convivencia social pacífica, caracterizada por la defensa de la vida, la justicia, la verdad, la libertad y la honestidad».
Una tercera tarea que señaló el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana «es mirar con ‘los ojos del Padre’ la realidad integral del país en la que nos toca construir el Reino del Señor. Hemos visto como, desde distintos ámbitos, se han buscado y se buscan caminos nuevos, recurriendo a métodos no siempre claros e incluso violentos».
En contraste con la aspiración del pueblo boliviano a vivir en paz, a través del diálogo y el entendimiento, el cardenal Terrazas denunció que «nadie en Bolivia puede admitir ni estar de acuerdo con la corrupción abierta, el aumento desmesurado de la comercialización de la droga y de hechos que apuntan a un terrorismo organizado».
Por ello, pidió que «con cordura, objetividad y transparencia se clarifiquen los hechos y se tomen las medidas correspondientes de acuerdo a las leyes vigentes. Sólo de esta manera Bolivia podrá salir de las garras del miedo, de la sospecha infundada y asegurar el respeto de los derechos humanos fundamentales».
Concluyó su mensaje reconociendo y agradeciendo «la extraordinaria presencia de nuestro pueblo en las celebraciones de Semana Santa».
«Los fieles en todas las regiones del país -subrayó- han manifestado una fe cristiana profunda y sincera, que nos abre a la esperanza de que sabremos asumir la responsabilidad de evitar los abismos de odio y separación, de cultivar la capacidad del perdón y de reconciliarnos en la alegría y paz de Cristo Resucitado».
Por Nieves San Martín