CIUDAD DE MÉXICO, martes, 28 abril 2009 (ZENIT.org-El Observador).-En nombre de la Conferencia Episcopal de México, el secretario general de la misma ha emitido un comunicado, este lunes 27 de abril, exhortando a la población a seguir las medidas de salubridad indicadas por la Secretaría de Salud.
«La Secretaría de Salud -indica la nota- ha emitido un mensaje alertando a la población sobre el brote del virus de influenza, por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano hace un llamado a sus fieles y a la población en general para que sigan puntualmente las medidas de salubridad se han indicado».
«Las autoridades de salud -añade–, encabezadas por el secretario José Ángel Córdova Villalobos, han anunciado que la situación está bajo control, por tanto invitamos a asumir una actitud de prevención y seguir estrictamente las recomendaciones que periódicamente se den a conocer».
«Desde esta Institución, estaremos atentos a cualquier nueva información que se emita y confiamos en nuestras autoridades para que, cuanto antes, se erradique este brote epidemiológico», concluye la nota formada por el obispo auxiliar de Guadalajara José Leopoldo González, secretario general de la CEM.
Un día antes, el obispo auxiliar de Oaxaca Oscar Campos Contreras llamó a la sociedad a actuar responsable y solidariamente ante la emergencia sanitaria que vive el estado y el país por la influenza porcina.
El obispo auxiliar de Oaxaca pidió a las autoridades que informen amplia y oportunamente a las comunidades indígenas más alejadas sobre las medidas y precauciones que deben tomar para evitar contagios de influenza porcina.
En conferencia de prensa, el obispo puntualizó que, ante la enfermedad que amenaza a todos, es necesario estar atentos al cuidado de la salud personal y de la familia, «especialmente en los ambientes y sectores más vulnerables».
«No podemos permanecer pasivos ante la enfermedad y el dolor», subrayó el prelado al destacar la necesidad de permanecer informados y atentos a las indicaciones que emita el sector salud en el estado y la federación.
«Cuidarnos a nosotros mismos –dijo- es una manera de colaborar y ser solidarios con la salud de los demás, además de informar a otros, a quienes se les dificulta recibirla, y cuidar la limpieza del ambiente en el que nos desenvolvemos para evitar contagios».
«Creemos que no debe escatimarse ningún esfuerzo en la prevención al contagio y en la atención a los que ya están enfermos, para que pronto podamos ver superada esta emergencia», agregó.
Así mismo, destacó la colaboración de todos los sectores y organizaciones sociales, la cual indicó: «será decisiva, pues la salud, además de ser un bien personal, es un bien social que todos debemos cuidar en la medida de nuestra responsabilidad».
Finalmente, aseguró que en el caso de Oaxaca no se tiene previsto cerrar algunas iglesias, cancelar o modificar los servicios religiosos en tanto dura esta alerta.
Sin embargo, destacó que «la Iglesia Católica estará alerta a las indicaciones del sector salud para tomar las medidas necesarias en el momento adecuado».
Por su parte, el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, en la homilía tradicional del domingo, realizada en la catedral pidió a los fieles no caer en el pánico, a raíz de que en el distrito federal, estado de México y San Luis Potosí suspendieron las misas.
El obispo comentó: «En Morelos sólo han sido uno o dos casos de contagio, por lo que sugiero orar mucho por la salud de todos, especialmente por las víctimas, seamos solidarios con ellos».
Ante el clima de preocupación por la influenza sugirió cultivar la salud, «la salud es un don de Dios y tarea de todos, tomemos las precauciones, pero no caigamos en el pánico que agrava las crisis».
Pidió también acudir a misa, «nos hace falta, pero tomemos las siguientes precauciones: nos daremos la paz con una reverencia, a distancia, evitando contacto directo y sobre todo el saludo de beso».