CHALCATONGO, miércoles, 22 abril 2009 (ZENIT.org).- La Misión de los Capuchinos en Chalcatongo, Oaxaca, México, celebra sus 25 años de trabajo pastoral con más de cuarenta comunidades indígenas.
La Misión fue el resultado del sueño misionero de un grupo de hermanos capuchinos alemanes (Arno, Pirmino y Joaquín) provenientes de la provincia de Rhenano-Westfalia que querían "hacer una opción preferencial por los pobres y por la inculturación", informa a ZENIT el religioso Néstor Wer, de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos.
"Hoy sigue presente esta obra que con gran empeño y amor iniciaron nuestros hermanos alemanes", subraya.
La misión cuenta con una parroquia ubicada en Chalcatongo, Oaxaca: Santa María de la Natividad. La población de este municipio es de 7.828 habitantes, pero el territorio parroquial abarca otras 43 comunidades, teniendo aproximadamente setenta mil habitantes dentro cuatro municipios.
Los miembros de la misión colaboran con la iglesia local, atendiendo la pastoral parroquial, en los citados cuatro municipios con más de cuarenta comunidades indígenas.
Hoy, la Misión de Chalcatongo es asistida por tres hermanos capuchinos: José Luis Ríos, Felipe Nieto y Feliciano Castro.
"Sigue siendo una misión que tiene vida --afirma el religioso Néstor Wer--, que comparte la cercanía de ser capuchinos y que camina con la gente. Después de 25 años la misión sigue optando por los pobres del Reino. La pastoral indígena sigue siendo importante en la vivencia del evangelio".
"Han sido 25 años de servicio -añade- que celebramos queriendo renovar nuestro Espíritu de misioneros entregados a evangelizar y a vivir con los que nos necesitan, siempre teniendo a la Virgen María de Guadalupe como intercesora y ayuda en este compromiso".