La vuelta al mundo de las reliquias de san Juan Bosco calienta corazones

Prepara los doscientos años de su nacimiento

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ROMA, martes 9 de junio de 2009 (ZENIT.org) – Cuando quedan pocos años para que se cumplan los doscientos años de su nacimiento (2015), san Juan Bosco vuelve a recorrer tierras italianas con sus reliquias.

Las reliquias estuvieron la semana pasada en las Catacumbas de San Calixto en Roma. El fin de semana viajaron a Castel Gandolfo, la pequeña localidad situada a unos 30 kilómetros de la ciudad eterna donde los papas tienen su residencia de verano, y entre el mates y el jueves están el monasterio Tor de Specchi, en la via Teatro Marcello, cerca al Foro Romano.

Este mes visitará diferentes lugares de Roma y la región del Lacio (la población de Genzano, la basílica romana del Sagrado Corazón cerca de la estación de Termini, la parroquia la Esperanza cerca a la Universidad Pontificia Salesiana, y la casa generalicia de la familia religiosa fundada por el santo).

A finales de este mes las reliquias viajarán por algunos países sudamericanos como Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil.

El próximo año la peregrinación de las reliquias cruzará océanos para visita Latinoamérica, Asia, Oceanía, Africa, Europa para culminar de nuevo en Italia el 31 de enero de 2014.

La vuelta al mundo

La base de esta urna peregrina representa un puente que está sostenido por cuatro pilares y sobre cada uno se define la fecha de este bicentenario, 1815-2015, como símbolo de la actualidad del carisma salesiano.

La urna contiene una escultura del santo, una réplica de su cuerpo incorrupto que reposa en la basílica María Auxiliadora en la ciudad de Turín, norte de Italia.

También yace en este reliquiario la mano derecha de don Bosco, «con la cual bendecía, escribía las constituciones, las cartas católicas, absolvía los pecados» dijo a ZENIT don Tadeusz Rozmus, director de las Catacumbas de San Calixto.

El padre Tadeusz, sacerdote salesiano de origen polaco, habló de la devoción con la que cientos de peregrinos se han acercado a la reliquia del santo: «No esperábamos que viniera tanta gente sólo para encontrar a don Bosco. La gente oraba, le recordaba, lo conocía muy bien. Tiene algo que fascina, que calienta los corazones».

Un santo de la actualidad

Según el presbítero, son muchas las virtudes que admiran los devotos de san Juan Bosco: «Es muy conocido y particularmente en contextos de pobreza, jóvenes abandonados, con diferentes dificultades. Hay diversas ramas de la familia salesiana que desarrollan este carisma de don Bosco».

Peregrinos que al acercarse a sus reliquias le piden con devoción que los ayude a vivir sus virtudes: «Alegría, gozo, el aspecto de la juventud . Todo esto para ver la vida como un grande don, siempre desde el punto de vista positivo. Esto atrae a muchos jóvenes».

Los fieles dejan un mensaje en el libro de visitas que está disponible en el sitio de peregrinación. Los padres de familia explican a sus hijos pequeños quién fue este santo y antiguos alumnos de algún colegio salesiano se conmueven al verlo, porque desde pequeños han escuchado su testimonio.

«Se ve un gran entusiasmo, recogimiento, oración». describió el sacerdote.

Equilibrio entre oración y acción

Según el padre Rozmus, una de las principales riquezas de don Bosco fue el hecho de que siempre supo leer los signos de su tiempo: «Afrontó problemas ligados a la educación de los jóvenes, el gran desempleo, la necesidad de preparación profesional y buscaba responder de modo positivo».

El sacerdote salesiano aseguró también que aunque don Bosco fue un gran hombre de acción, el pilar de su vida y de su ministerio sacerdotal fue siempre la vida de oración: «Don Bosco lograba verdaderamente conservar un buen equilibrio. Oraba pero también estaba con los chicos. Entregarse a sí mismo es también una forma de oración».

Aseguró que la vida espiritual que tuvo el santo continúa siendo un ejemplo que contrarresta la tentación de caer en el activismo: «Uno se puede excusar fácilmente de la falta de tiempo, de la falta de ocasiones. Sumergirse en la actividad sin oración es quemar el alma con el pasar del tiempo».

Los fieles que se acerquen a orar ante las reliquias de san Juan Bosco podrán obtener la indulgencia plenaria siguiendo todos los requisitos para obtener esta gracia que concede la Iglesia (oración por el Santo Padre: Credo, Avemaría, Padrenuestro y Gloria), comunión y confesión siete días antes o siete días después.

Por Carmen Elena Villa

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ZENIT Staff

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