<p>LIMA, lunes, 15 junio 2009 (ZENIT.org).- El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, presidió la celebración del Corpus Christi, en la que imploró por la paz en el país sacudido por la oleada de violencia en la Selva de Ayacucho.
«Que la devoción al Santísimo Sacramento se plasme en la vida del país, para que cada uno de nosotros seamos sembradores de la paz, de la alegría y así haremos de nuestro país un ‘Perú eucarístico'», exclamó en el atrio de la catedral de Lima este domingo.
Al termino de la santa misa de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, el purpurado presidió una multitudinaria procesión, como es costumbre durante esta fiesta en la capital peruana, donde impartió la bendición con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Armas, en pleno centro de Lima.
Miles de fieles se congregaron allí, en una fría mañana de principios de invierno en la capital peruana. Las alfombras de colores, confeccionadas por las hermandades y parroquias de Lima, llenaron de colorido el ambiente.
Participaban en el concurso arquidiocesano de alfombras florales cuyo primer puesto fue asignado a la Orden de los Mercedarios. La Hermandad del Señor de los Milagros de Miraflores quedó en segundo lugar.
El cardenal Cipriani manifestó que «en el interior de cada persona hay una lucha diaria entre ese bien de la vida de Cristo y el mal de la vida del pecado. De esa lucha, brota la alegría, la paz, la justicia, la unidad, el cariño, la familia y los hijos; o, brota la violencia, la mentira, el odio, el abuso y esa primera fractura va en contra de la Eucaristía».
«La persona eucarística es sembradora de paz, de gozo, de alegría, de unidad, de amor a la familia y de amor a la vida, es un sembrador de Cristo», señaló.
La gracia que da la Eucaristía
«Cando pensamos en nuestros hermanos de las alturas del sur andino o cuando contemplamos esa variedad infinita de peruanos de la selva, de la sierra y de la costa ¿Qué quiere decir Eucaristía para todos ellos? Quiere decir sacramento de unión en Cristo; y, ese Cristo nos pide a todos que seamos sembradores de paz, de veracidad y de reconciliación», aseguró el arzobispo de Lima.
Con motivo del Año Sacerdotal, que se iniciará el próximo viernes, el cardenal Cipriani pidió a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima, que se esforzaran por ser «sacerdotes eucarísticos, porque ahí está todo el contenido de la identidad sacerdotal».
Misión de la Iglesia en América Latina
El arzobispo señaló que la Gran Misión de Lima (que lleva a cabo la Misión Continental de Aparecida, convocada en el año 2007 por el Papa Benedicto XVI en Aparecida, Brasil) va caminando con diferentes iniciativas en las parroquias, en las hermandades, en los diferentes movimientos, en las casas religiosas y en los colegios y «Jesús sembrador maravilloso va poniendo en las almas alegría, entrega y bondad».
«No dejemos que esa nube pesimista llena de mentira y de violencia nos impida ver la alegría del amor hermoso», expresó el purpurado.
Afirmó también que la Iglesia debe dedicarse a predicar la verdad de Cristo y no las alternativas de una u otra persona.
«Llevemos a Cristo, llevemos los sacramentos a la vida de cada hombre y mujer del Perú y dejemos a esa libertad en lo opinable para que los laicos, asumiendo sus responsabilidades, puedan escoger diversos caminos; pero, ninguno de violencia, ni de mentiras, sino caminos de progreso», exhortó.
«¡Quédate con nosotros, Jesús!, entrégate a nosotros y danos el pan que nos alimenta para la vida eterna. Libera a este mundo del veneno del mal, de la violencia y el odio que contaminan las conciencias», concluyó el cardenal Juan Luis Cipriani.