MEDELLÍN, martes 8 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- El sacerdote colombiano Gustavo Vélez Vásquez de 79 años de edad, más conocido como "Calixto" desapareció el pasado domingo cuando realizaba una caminata entre las localidades de Envigado y El Retiro, muy cerca de la ciudad de Medellín - Colombia.

Calixto, conocido por sus artículos semanales en el periódico "El Colombiano", que se publican desde hace 31 años, en los que reflexiona sobre el Evangelio de cada domingo, es sacerdote del Instituto de Misioneros de Yarumal.

El presbítero también conduce un microprograma en el canal religioso Televida. Es también capellán de las religiosas de la beata madre Laura Montoya.

"¿Nos mantenemos abiertos a la dimensión religiosa, una estructura necesaria para todo ser humano?", se preguntaba el sacerdote en su artículo de "El Colombiano", publicado el pasado domingo 5 de septiembre, sobre el pasaje evangélico de la curación del sordomudo.

"Porque a veces somos maravillosos en muchas áreas, pero cerrados del todo ante Dios y las cosas que se le relacionan", respondía en su reflexión dominical.

Calixto tiene seis hermanas religiosas. Una de ellas, la hermana María lo recuerda por "su amor a la eucaristía, el amor que le tiene a la Santísima Virgen y su solidaridad con los pobres", según dijo en declaraciones al diario "El Colombiano".

Una caminata con un final incierto

Según Hugo Bustamante, amigo y ex alumno del padre Calixto, el pasado domingo a las 10 de la mañana ambos emprendieron una caminata por una reserva ecológica llamada San Sebastián, muy cerca de Medellín.

Después del medio día llegaron a un mirador que se encuentra a casi 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar. En un momento ambos decidieron separarse y Hugo lo esperó para que almorzaran juntos.

Según comunicó Hugo a "El Colombiano", llamó por celular a Calixto a las 4 de la tarde y el sacerdote le respondió "No voy a caminar más, no aguanto, sáquenme, no me vayan a dejar morir aquí, y recen mucho".

Hugo, al no conocer el paradero del presbítero, alertó a los cuerpos de socorro, quienes rápidamente emprendieron su búsqueda, con 11 soldados, más de 80 policías acompañados por perros de rescate. Hasta el momento no se sabe nada del sacerdote.

Desde las 12 de la noche del mismo día, todas las llamadas al celular del padre Vélez se desvían al contestador automático.

Miles de fieles en Medellín se encuentran realizando cadenas de oraciones para que el conocido sacerdote aparezca sano y salvo.

Por Carmen Elena Villa