CÓRDOBA, domingo 25 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- El camino hacia la unidad de los cristianos requiere un “profundo cambio de mentalidad” y sobre todo un mayor liderazgo de los jóvenes.
Es la conclusión de la sesión plenaria del Grupo Mixto de Trabajo (GMT), celebrada en el centro de espiritualidad Casa San Antonio, de la diócesis española de Córdoba, del 12 al 19 de octubre.
El Metropolita Nifon de Targoviste (Rumanía) y el arzobispo de Dublín (Irlanda), monseñor Diarmuid Martin eran los moderadores.
También estaba presente el secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el obispo Brian Farrell, L.C.
El objetivo del encuentro del GMT, un organismo encargado de hacer un seguimiento y promover la colaboración entre la Iglesia católica y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), era dar forma a su trabajo sobre los temas de la “recepción ecuménica” y las “raíces espirituales del ecumenismo”.
“La elección de estos temas -afirma un comunicado de prensa difundido al finalizar las jornadas de trabajo- ha sido motivada por la necesidad de recoger los frutos de muchos años de encuentros y de diálogo ecuménico”.
“Las raíces espirituales del ecumenismo -se lee también- se encuentran en la base misma de la búsqueda de la unidad de los cristianos, y comportan conversión, renovación, santidad de vida según el Evangelio, y oración individual y comunitaria”.
“Los participantes -continúa el comunicado- han apreciado mucho el centro ecuménico local (dirigido por el reverendo Manuel González Muñana), por sus programas bien estructurados y por sus iniciativas concretas, que incluyen cursos de ecumenismo para niños, seminarios ecuménicos sobre Biblia, proyectos sociales, celebraciones y oraciones comunes”.
Durante el actual mandato, el GMT también ha abordado otros dos temas: las “migraciones” y los “jóvenes”.
“El fenómeno actual de las migraciones está modificando el rostro de las Iglesias locales en muchos lugares del mundo”, indica la nota.
“Esto representa un desafío y al mismo tiempo una oportunidad para profundizar en las relaciones ecuménicas más allá de los límites nacionales y culturales”.
El comunicado añade que “El Grupo Mixto de Trabajo ha destacado también la necesidad de dar a los jóvenes más liderazgo y responsabilidad en el movimiento ecuménico”.
Con este objetivo, el grupo está colaborando con la Comisión de Jóvenes del Consejo Mundial de Iglesias (ECOS) y con algunos movimientos juveniles de la Iglesia católica.
Un punto central de estas sesiones ha sido un panel sobre desafíos ecuménicos contemporáneos y sobre la actual situación de los diálogos bilaterales entre las Iglesias.
“Con la cercanía de la celebración del Centenario de la Conferencia Misionera Mundial de Edimburgo de 1910 -señala el comunicado-, la plenaria ha recordado que los pioneros del movimiento ecuménico esperaban conseguir su objetivo en el plazo de un siglo”.
Con este propósito, han afirmado los participantes, “la experiencia nos ha mostrado que avanzar hacia la unidad en Cristo requiere mucho más tiempo; requiere un profundo cambio de mentalidad, de actitud, de vida”.
El Grupo Mixto de Trabajo nació en 1965, año de clausura del Concilio Vaticano II. Está compuesto por 36 personas: 18 nombradas por la Iglesia católica y 18 escogidas por varias Iglesias pertenecientes al Consejo Mundial de Iglesias.
El mandato del GMT dura siete años. El actual empezó en febrero de 2006, durante la última asamblea general del CMI, celebrada en Porto Alegre (Brasil), y finalizará en la próxima asamblea general, que tendrá lugar en 2013 en Busan (Corea).
La próxima sesión plenaria del GMT se celebrará en septiembre de 2010 en Oriente Medio.