MANAGUA, viernes, 20 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Los obispos de Nicaragua han emitido, al final de su Asamblea Ordinaria Anual, este miércoles, un comunicado ante los momentos difíciles que vive el país, en el que expresan su preocupación por el desprecio a la vida y la creciente inseguridad ciudadana.

En el comunicado –remitido a ZENIT por monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua- los obispos nicaragüenses hacen un llamamiento a la reflexión “ante los momentos difíciles que actualmente vive nuestro pueblo nicaragüense” y “al cambio de
comportamiento a luz del evangelio”.

Los prelados señalan que es motivo de preocupación para todos “el creciente deterioro moral a nivel personal y social que se manifiesta entre otras cosas en el predominio de la fuerza sobre la razón, el irrespeto y la manipulación de las personas, la amenaza a derechos fundamentales como la libre expresión y movilización”.

Otro motivo de preocupación, señalan, es “la descomposición social que se manifiesta en el desprecio a la vida en todas sus fases, el irrespeto a las leyes, la inseguridad ciudadana, la creciente desconfianza entre las personas y el uso de lenguaje y de medios violentos para manifestar o imponer las propias ideas”.

Sin embargo, los obispos nicaragüense señalan que también hay motivos de esperanza: “Es nuestra firme convicción que los seres humanos somos imagen y semejanza de Dios, llamados a reproducir la imagen de su Hijo Jesucristo, por lo que estamos capacitados para relacionarnos en un marco de serenidad, respeto y libertad”.

Otro motivo de esperanza está en que: “De la muerte y resurrección de Jesucristo brota la certeza de que Dios ‘hace nuevas todas las cosas’, por lo que invitamos a todos a creer que es posible construir una nueva convivencia social fundada en la solidaridad, la paz, la justicia y el amor”.

Por todo lo cual exhortan “al Poder Ejecutivo y a las fuerzas políticas a que rechacen y condenen todo tipo de violencia, sobre todo la que tiene como objeto atemorizar y reprimir la libertad de expresión y movilidad de nuestro pueblo”.

Así mismo, exhortan “a todos los nicaragüenses a manifestar sus propias ideas, haciendo prevalecer en todo momento los medios pacíficos, la capacidad de diálogo, el respeto a la legalidad y la búsqueda del bien común, no dejándose arrastrar ciegamente por manipulaciones de líderes irresponsables que incitan a la violencia”.

Piden también “a todos nuestros sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles católicos a que, teniendo en cuenta los riesgos a los que está expuesta la paz en nuestro país, intensifiquemos el espíritu de oración, organizando jornadas de adoración eucarísticas”.

Por otra parte, los diez obispos de Nicaragua en bloque, ante la gravedad de la situación, decidideron dar una rueda de prensa este miércoles para presentar el comunicado y expresar sus temores.

El obispo auxiliar de Managua Silvio Báez, señaló al Poder Ejecutivo y muy en particular al partido de gobierno de ser los responsables de la violencia en Nicaragua.

El obispo de Estelí y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Juan Abelardo Mata, agregó que son las malas gestiones del Poder Ejecutivo, Judicial y Electoral las que tienen al país al borde de un “caos”. “El gobierno en sí, en sus diversas manifestaciones, tanto Poder Ejecutivo, Poder Judicial, como sobre todo el Consejo Supremo Electoral, andamos muy mal, y esto ha generado una violencia”, dijo monseñor Mata.

Afirmó que todos los obispos temen un derramamiento de sangre si el gobierno no escucha los llamamientos a la sensatez. Por ese temor, dijo, decidieron unirse en “una sola voz” para “hacer un fuertísimo llamado a la capacidad humana que tenemos de encontrarnos y dialogar”. Monseñor Mata auguró que si el gobierno sigue desoyendo al pueblo “vamos hacia el caos y el desastre”.

“La violencia se sabe donde comienza, pero no se sabe a dónde nos va conducir, y si aquí empezamos a aplicar el ojo por ojo, diente por diente, sea por parte del gobierno que no quiere escuchar a su propio pueblo --y entiendo por propio el pueblo en general, (es decir) también los que no militan en sus partidos políticos--, creo que vamos hacia el caos y el desastre”, aseguró el vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

El obispo hizo un llamamiento a Daniel Ortega, a quien exhortó a cumplir su deber como primer ciudadano respetando las leyes de la nación”. “No se puede manosear la Constitución, aunque se hagan malabarismos jurídicos y se quiera justificar, si la Constitución se aplasta, Nicaragua quedará aplastada”, dijo el obispo en relación con la sentencia de seis magistrado orteguistas de la Sala Constitucional de la CSJ que habilitó al presidente Daniel Ortega para competir por el mismo cargo en las elecciones de 2011.

En cuanto a la impotencia que ha demostrado la Policía Nacional, el obispo de León Bosco Vivas Robelo, expresó: “Nosotros esperamos y confiamos que la Policía sepa actuar, porque no queremos ser negativos, queremos todavía, como hombres de Iglesia, tener la esperanza, y la esperanza para nosotros es confiar en los seres humanos”.

El obispo de Granada Bernardo Hombach Lutkeimeier, manifestó que hay una sensación de que “la justicia no camina bien”, y en ese sentido dijo que “cuando el trono de la justicia está vacío, allí generalmente se asienta la violencia”. Afirmó que las instituciones más criticadas en estos momentos son el Consejo Supremo Electoral y todo el sistema judicial, “yo creo que hay graves problemas allí”.

El arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal Leopoldo Brenes, hizo una exhortación final a todos los que participen el sábado 21 en la marcha para que lo hagan desde una perspectiva civilizada y respetándose. La marcha ha sido convocada en protesta ante el Consejo Supremo Electoral por la posible reelección de Ortega.

[Por Nieves San Martín]