TEGUCIGALPA, lunes, 8 de febrero de 2010 (ZENIT.org–El Observador).- Los católicos hondureños deben dar su contribución para que los políticos en su país vuelvan a descubrir el horizonte de los valores, en particular la búsqueda del bien común, considera el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga.
El arzobispo de Tegucigalpa promovió la renovación espiritual en la vida pública en la homilía de este domingo, recordando que «Jesús nos quiere libres, para que tengamos una vida feliz, para poder servir a los demás, que lo material no nos aparte de Dios, dejando el pecado y la ambición de poder podremos encontrar el camino hacia el Señor».
El también presidente de Cáritas Internationalis explicó a los feligreses presentes en la catedral de Tegucigalpa el sentido del desapego evangélico: «no es que vamos a ir a vender la casita no, dejarlo todo quiere decir dejar aquello que es un estorbo para amar a Dios y a nuestro prójimo».
En Honduras «debemos remar hacia las esferas de los políticos para devolverles su horizonte de valor en la búsqueda del bien común y no de la satisfacción de intereses mezquinos».
«Debemos remar para encontrar caminos de diálogo en nuestra sociedad tantas veces dividida por nuestros egoísmos e infidelidades», puntualizó el purpurado.
Por ello, el cardenal Rodríguez Maradiaga, concluyó: «dejando el pecado, la tristeza, la angustia, lo que obstaculiza nuestra misión, la ambición de poder para tantos, el egoísmo, podremos ser parte del Señor, tenemos que ordenar nuestras prioridades para ofrecernos a Dios con mayor disponibilidad».