NUEVA DELHI, martes 23 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- La India no cesa de ser teatro de enfrentamientos entre fieles de religiones diversas. La última chispa que ha hecho volver a encender los ánimos ha sido la publicación de un libro escolar con una imagen de Jesús, a quien se define “ídolo”, con una lata de cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra.

La imagen, afirma L'Osservatore Romano, fue reproducida por los medios de comunicación de diversos Estados del país, mientras que en el Punjab fue expuesta en las calles de la ciudad de Jalandhar. Los cristianos de la ciudad pidieron pacíficamente que de quitaran los carteles, pero los miembros de algunas organizaciones fundamentalistas hindúes reaccionaron con violencia.

Los enfrentamientos se han extendido, y dos iglesias protestantes fueron incendiadas y derribadas, mientras que otra ha sido gravemente dañada.

En este contexto, los obispos indios han lanzado un llamamiento por la paz, y tienen previsto escribir una carta oficial de protesta al Ministro Federal de Instrucción, pidiéndole que vigile el material didáctico que se difunde.

El padre Babu Joseph, portavoz de la Conferencia Episcopal India, explicó a la agencia Fides que “no puede decirse” que la editorial que ha publicado el texto – la Skyline Pubblications de Nueva Delhi – “sea expresión directa de movimientos integristas hindúes, pero ciertamente es cercana y está sostenida por ciertos ambientes más bien extremistas”.

“Los obispos han condenado este acto blasfemo, y han renovado su llamamiento a la paz en el Punjab y en toda la India – subrayó –. A la violencia sigue otra violencia, y los grupos extremistas hindúes buscan solo pretextos para desencadenar una violencia contra los cristianos”.

Los prelados han pedido al Gobierno del Punjab de liberar a los 25 cristianos arrestados por las protestas (entre ellos algunos católicos). “Transferir la imagen a carteles diseminados por toda la ciudad ha sido una operación llevada a cabo por grupos extremistas para crear tensión. El Gobierno del Estado ha garantizado que perseguirá a los responsables”.

Monseñor Thomas Menamparampil, arzobispo de Guwahati (en el Estado de Assam, en la zona nordoriental de la India) espera, por su parte, “una solución pacífica” de la cuestión.

Precisamente en Guwahati, por primera vez en la historia, se celebrará, desde mañana hasta el 3 de marzo, la Asamblea de la Conferencia Episcopal India (CBCI).

"Los cristianos han protestado pacíficamente a nivel político y piensan en la vía judicial – declarço el prelado –. Además es necesario rezar y dialogar. Estas son nuestras maneras de vivir esta situación”.

Para monseñor Menamparampil, “es necesaria siempre una sensibilidad extrema cuando se tocan los símbolos religiosos. Ha sucedido con las viñetas del profeta Mahoma en Europa, y este es un caso parecido".

"Creo que la mayoría de los fieles hindúes no comparte este acto. La civilización hindú es muy respetuosa con los símbolos religiosos propios y ajenos. Junto a los cristianos, muchos líderes religiosos hindúes han condenado la imagen blasfema y a ellos se han unido los líderes musulmanes de la India. No creo que este caso tenga consecuencias más graves”.

"Quiero reafirmar a los jóvenes y a todos los cristianos en India el mensaje que Jesús trae en el Evangelio: amad a vuestros enemigos. También cuando os sentís perseguidos, humillados, oprimidos. No es fácil hacerlo, pero es posible: el amor consigue desarmar al enemigo. Nuestra vocación es construir puentes y abrir puertas de diálogo y esperanza para nuestra nación”.

En la Asamblea del episcopado indio en Guwahati, informa L'Osservatore Romano, se afrontarán, entre otras cuestiones, la ideología del hindutva y sus repercusiones sobre la convivencia pacífica de las comunidades religiosas en la India.

En particular, los obispos quieren examinar la ideología del Sangh Parivar, el movimiento fundamentalista hindú contrario a la igualdad de derechos de las personas, independientemente del credo que profesan.

Según los prelados, “es oportuno distinguir las diferencias fundamentales entre el hinduismo en cuanto tal y la ideología del hindutva: el hinduismo es una religión, mientras que el hindutva remite a las dimensiones políticas de un nacionalismo cultural, llevado a cabo por los seguidores de esta ideología".

"La ideología fundamentalista se opone con fuerza a la libertad religiosa garantizada por la Constitución india”, yendo “contra la realidad del país, que es multirreligiosa y multicultural”, y persiguiendo “el ideal de una cultura monolíticamente hindú”.

Frente a esta realidad, se propone desarrollar el diálogo y la apertura a las demás religiones, un empeño que, según los obispos, “debería convertirse en un esfuerzo constante para todos los cristianos”.

De la misma forma, se subraya la necesidad de trabajar de cara a los medios de comunicación, para que no contribuyan a la distorsión de los hechos.