CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 19 febrero 2010 (ZENIT.org).- Era un momento particularmente esperado en la Santa Sede, como lo demostraba la presencia de 37 cardenales, arzobispos y obispos, a quienes Benedicto XVI pidió el apoyo en una decisión importantísima: la proclamación de seis nuevos santos.
Y al final se hizo el anuncio: Roma revivirá esa fiesta de fe el 17 de octubre. El consistoro ordinario público para el voto de las causas de canonización tuvo lugar en la mañana de este viernes en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, durante la celebración de la liturgia de las Horas.
Entre los presentes, que rodeaban al Papa, vestido junto a un sobrio trono con ornamentos litúrgicos, se encontraban los cardenales Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, y Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Al inicio del encuentro de oración, el pontífice presentó los argumentos a tratar. Siguió después el canto de tres salmos (118, 132 y 139) y la proclamación de un pasaje del capítulo 3 del profeta Jeremías.
Siguió la peroración de las causas de canonización, por parte del arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien presentó un perfil biográfico de los seis beatos.
A continuación, el Papa pidió a los cardenales, arzobispos y obispos presentes, entre los que también estaban el arzobispo Fernando Filoni, sustituto de la Secretaría de Estado, y el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, su parecer sobre las canonizaciones propuestas.
La pregunta, formulada en latín, decía así: «Cum autem de re maximi momenti agatur, antequam consilium certum et definitivum capiatur et statuantur dies quibus iidem Beati in Sanctorum album adscribantur, si quis vestrum opportunum exsistimet aliquid addere, fidenter manifestare velit quid sentiat».
Tras el parecer positivo, Benedicto XVI presidió la oración por la Iglesia, invocando la presencia de la Trinidad en la vida del pueblo de Dios. La invocación concluyó con el canto del Padrenuestro.
Tras la bendición del Papa, el maestro de las ceremonias litúrgicas pontificias, monseñor Guido Marini, invitó a monseñor Nicolas Thevenin, protonotario apostólico recentemente nombrado a redactar el documento público «para perpetua memoria».
Los futuros santos son:
–el beato Stanislaw Soltys, llamado Kazimierczyk, sacerdote profeso de la Orden de los Canónigos Regulares Lateranenses, nacido el 27 de septiembre de 1433 en Kazimierz (Polonia) y fallecido en esa localidad el 3 de mayo de 1489;
–el beato André Bessette (su nombre de pila era Alfred), religioso de la Congregación de la Santa Cruz; nacido en Saint-Grégoire d’Iberville (Canadá) el 9 de agosto de 1845 y fallecido en Montréal (Canadá) el 6 de enero de 1937;
–la beata Cándida María de Jesús, su nombre de pila es Juana Josefa Cipitria y Barriola, fundadora de la congregación de las Hijas de Jesús, nacida en el caserío de Berrospe, Andoain (Guipúzcoa) el día 31 de mayo de 1845, y falleció el 9 de agosto de 1912;
–la beata María de la Cruz MacKillop (su nombre de pila era Mary Helen), fundadora de la Congregación de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón; nacida el 15 de enero de 1842 en Fitzroy (Australia) y fallecida el 8 de agosto de 1909 en Sydney (Australia);
–la beata Giulia Salzano, fundadora de la Congregación de las Hermanas Catequistas del Sagrado Corazón de Jesús; nacida el 13 de octubre de 1846 en Santa Maria Capua Vetere (Italia) y fallecida el 17 de mayo de 1929 en Casoria (Italia);
–la beata Battista da Varano (su nombre de pila era Camilla), monja de la Orden de Santa Clara y fundadora del monasterio de Santa Clara en la ciudad de Camerino; nacida el 9 de abril de 1458 en Camerino (Italia) y fallecida en esa localidad el 31 de mayo de 1524.