CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 21 febrero 2010 (ZENIT.org).- En el momento en el que Benedicto XVI entra en una semana dedicada a la oración y los ejercicios espirituales, el portavoz de la Santa Sede ha mostrado cómo ha comenzado el Papa la Cuaresma.

"En la sociedad secularizada, muchos ya no saben muy bien lo que significa la Cuaresma y cómo debe vivirse. Si queremos una respuesta clara y concreta, basta ver lo que hace el Papa Benedicto", constata el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede en el editorial de la última edición de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano.

De este modo, el portavoz ha analizado los actos públicos que el obispo de Roma ha realizado en estos últimos días, enmarcados en el espíritu cuaresmal.

Caridad concreta

El 14 de febrero, antes del Miércoles de Ceniza, visitó el albergue de la Cáritas en la estación ferroviaria de Roma. "Pudo encontrar a los pobres de la ciudad de la que es obispo: estuvo con ellos, les estrechó las manos, les miro a los ojos con conmoción, tuvo para ellos palabras de consuelo y esperanza. Caridad concreta", constata el portavoz.

Conversión y penitencia

El 15 y el 16 de febrero, se reunió con los obispos irlandeses y "rezó y compartió con ellos la situación de la Iglesia en su país, donde se han registrado tantos pecados y tantos errores, y el escándalo por los abusos sexuales por parte de sacerdotes ha herido a muchas personas y humillado profundamente a la Iglesia. El Papa les alentó a implorar la misericordia de Dios y el don del Espíritu para la renovación de la Iglesia. Conversión y penitencia".

Oración y escucha de la Palabra

El 17 y el 18 de febrero, el Papa ha celebrado la liturgia penitencial, recibiendo e imponiendo las cenizas, y después mantuvo un encuentro con los sacerdotes para leer y meditar una página de la Escritura. Lo hizo con su acostumbrada profunda inteligencia y sabiduría, ayudándonos a volver a encontrar el gusto, quizá perdido, de la escucha de la Palabra de Dios".

"Oración y escucha de la Palabra, conversión y penitencia, obras de caridad. Como decía Jesús a quien le hacía la pregunta: '¡vete y haz tú lo mismo!'", concluye el editorial del padre Lombardi.