CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 24 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI está preocupado por la situación de continua violencia que vive Iraq, donde en los últimos días se han sucedido homicidios de cristianos.
Sólo ayer martes, tres miembros de la misma familia fueron asesinados en Mosul, ciudad en la que se registra la mayor parte de lo crímenes.
Sobre la situación, el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, escribió una carta el pasado 2 de enero al primer Ministro iraquí Nouri al-Maliki, afirmando que el Pontífice “reza con fervor por el final de la violencia, y pide al Gobierno que haga todo lo posible para aumentar la seguridad alrededor de los lugares de culto en todo el país”.
En el texto, difundido este miércoles por la Santa Sede a través de L’Osservatore Romano, el purpurado recuerda la visita del primer ministro al Vaticano en 2008, durante la cual “se expresó la esperanza común de que, a través del diálogo y de la cooperación entre los grupos étnicos y religiosos de su País, incluidas sus minorías, la República de Iraq estaría en grado de efectuar una reconstrucción moral y civil, en el pleno respeto de la identidad propia de esos grupos, en un espíritu de reconciliación y en la búsqueda del bien común”.
En esa ocasión el Papa exhortó “al respeto en Iraq para el derecho a la libertad de culto, y pidió la tutela de los cristianos y de sus iglesias”, y lo mismo hacía el Secretario de Estado.
“Usted me aseguró que su Gobierno tomaba muy seriamente la situación de la minoría cristiana que vive desde hace tantos siglos junto a la mayoría musulmana, contribuyendo de forma considerable al bienestar económico, cultural y social de la nación”.
El cardenal Bertone subraya que el Papa le pidió que escribiera al primer ministro iraquí “para transmitirle su sincera solidaridad a Usted, Excelencia, y a cuantos han sido muertos o heridos en la reciente serie de ataques a edificios gubernamentales y lugares de culto en Iraq, tanto islámicos como cristianos”.
El purpurado termina su carta expresando su “aprecio por las numerosas iniciativas emprendidas en beneficio de toda la comunidad iraquí” y asegurando a Al Maliki su “más alta estima”.
El texto, afirma el diario vaticano, ha sido difundido después de que el Papa se enterara “con profundo dolor” de los últimos asesinatos en Mosul.
El Pontífice, que actualmente se encuentra junto a sus colaboradores de la Curia romana de Ejercicios espirituales, “está cercano a cuantos sufren las consecuencias de la violencia con la oración y el afecto”.