MOSCÚ, miércoles 19 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Dos iconos que habían sido emparedados por los bolcheviques adornan de nuevo dos torres de la muralla del Kremlin de Moscú, informaron el Servicio Ortodoxo de Prensa y Europaica (N° 180, del 18 de mayo de 2010).
Los medios de comunicación rusos anunciaron la noticia el pasado 12 de mayo citando los servicios de la administración presidencial y de museos que gestionan el lugar histórico del Kremlin, antigua residencia de los zares y de los patriarcas de Rusia.
Los responsables de la gestión del Kremlin han decidido restaurar y devolver a los ciudadanos dos iconos de una antigüedad de seis siglos que fueron descubiertos a finales de abril en dos torres de la fortaleza bajo una capa de yeso aplicada por los bolcheviques.
Los dos iconos adornan las puertas de las dos torres principales de la muralla del Kremlin que da a la Plaza Roja.
“Los trabajos han empezado por la eliminación de la gruesa capa de yeso que cubría los iconos desde el 1937”, declaró a los periodistas el portavoz del Departamento de Museos del Kremlin, Jeanne Bélochapkine.
“Parece que los dos iconos fueron pintados al óleo encima de los frescos, y los trabajos de restauración están destinados a verificar esta hipótesis”, declaró el director general adjunto de los Museos del Kremlin, André Batalov.
El primer icono representa a Cristo Salvador sobre un fondo dorado, con dos monjes rusos santos a sus pies: san Sergio de Rádonezh y san Barlaam de Katyn (Novgorod).
Se alza sobre la entrada de la puerta Spasskaïa (del Salvador), la puerta de entrada solemne bajo la torre principal del Kremlin, justo frente a la iglesia de San Basilio el Bienaventurado, en la Plaza Roja.
El segundo icono, que adorna la torre Nikolskaïa (de Nicolás), más al norte y también en la Plaza Roja, representa a san Nicolás de Myre (siglo IV), especialmente venerado por los creyentes ortodoxos rusos.
Según el testimonio de los historiadores, los iconos todavía eran visibles en los primeros meses del año 1918.
Después fueron disimulados bajo una malla metálica gruesa y en 1937, en el apogeo de una nueva ola de campañas antirreligiosas, fueron cubiertos completamente con yeso. A finales del pasado mes de abril volvieron a salir a la luz.
Los primeros análisis permiten afirmar a los especialistas que el icono de san Nicolás se remonta al siglo XV o principios del XVI, lo que confirma los testimonios de los restauradores que trabajaron sobre este icono en 1918.
El icono de san Nicolás quedó gravemente dañado por las explosiones de los disparos de armas en el asalto de los bolcheviques al Kremlin, en noviembre de 1917.