ROMA, viernes 28 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Los eventuales encubrimientos por parte de obispos italianos sobre abusos cometidos por sacerdotes se afrontarán del modo más apropiado: se trata de algo equivocado que debe corregirse.
Así lo afirmó hoy el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), cardenal Angelo Bagnasco, en la rueda de prensa ofrecida con motivo de la clausura de la 61ª Asamblea general de los obispos italianos.
La cuestión de los abusos a menores por parte de miembros del clero ha sido una de las cuestiones principales tratadas durante los trabajos de la Asamblea.
En una rueda de prensa al inicio de ésta, el secretario de la CEI, monseñor Mariano Crociata, reconocía la existencia de un centenar de procesos canónicos en los últimos diez años, así como la voluntad de la Iglesia de cooperar con la justicia.
“Si ha habido encubrimientos de abusos sexuales también en Italia – afirmó hoy en cardenal Bagnasco – si esto se comprueba, el juicio de la Iglesia es conocido: se trata de algo equivocado que hay que corregir y superar”.
La pederastia, subrayó, es “un pecado terrible y un crimen que afecta a toda la sociedad, y la Iglesia forma parte de la sociedad”.
En su archidiócesis de Génova, explicó que cada vez que hay una acusación de abuso sexual, la persona que ha hecho la denuncia “es recibida inmediatamente. Yo estoy siempre disponible, en cualquier momento” y “respondo a muchísimas cartas y peticiones – sobre otras cuestiones – relativas a circunstancias personales”.
“Después naturalmente hay que verificarlo, pero la disponibilidad no se discute”, añadió.
En el comunicado final de la Asamblea de la CEI se afirma que los sacerdotes “están cada día al servicio del bien de todos” y que “los casos de indignidad no pueden oscurecer el luminoso empeño que el clero italiano en su conjunto, desde tiempo inmemorial, lleva a cabo en cada rincón del país”.
