YERBA BUENA, TUCUMÁN (ARGENTINA), lunes 14 de junio de 2010 (ZENIT.org-Aica).- Numerosas personas concurrieron este fin de semana al Oratorio del Corazón Eucarístico de Jesús, en Yerba Buena, Tucumán (Argentina), para rezar y ver con sus propios ojos el cuadro de la Última Cena en el cual un fluido de color rojo, similar a la sangre, comenzó a brotar del rostro de Jesucristo.
La multitud que se hizo presente para ver «al Cristo que llora sangre» obligó este domingo a celebrar la misa afuera del templo. Presidió la Eucaristía el presbítero Jorge Gandur y concelebró el padre Luis Brandán.
El arzobispado de Tucumán pidió prudencia y cautela, hasta que se confirmen los análisis de laboratorio que bioquímicos y expertos forenses de la Policía realizaron a muestras del misterioso líquido que fluye desde la frente y se escurre por la mejilla izquierda de Jesús en esa imagen.
«Si esto es algo obrado por Dios, tendrá continuidad, y si es de los hombres, se desvanecerá. En ningún momento, como sacerdote, he querido crear expectativas falsas. No voy a apoyar el engaño. Acá pasó algo que la sabiduría divina explicará con el tiempo», dijo el padre Gandur.