JARTUM, martes 22 de junio de 2010 (ZENIT.org).- “Sudán no recaerá en la guerra ni hoy ni tras el referéndum que determinará el futuro de los sudaneses del sur”.
El obispo emérito de Torit monseñor Paride Taban invitó a la población del sur del Sudán a permanecer unida y obrar por la paz en vistas del referéndum de enero de 2011.
Con esta votación, la población local está llamada a decidir si el sur de Sudán se convierte en un estado independiente o permanece unido al resto del país, informó la agencia Fides.
Monseñor Taban se reunió recientemente, acompañado por algunos sacerdotes, con el nuevo gobernador del estado de Ecuatoria oriental (Sudán meridional), Louis Lobong.
El gobernador garantizó los esfuerzos de su administración para colaborar con la Iglesia para ayudar a la población a superar el difícil momento que está viviendo.
Desde el sur de Sudán continúan llegando noticias de enfrentamientos y proclamaciones amenazadoras por parte del líder una facción rebelde del SPLA (Sudan’s People Liberation Army), el ex movimiento de guerrilla que, tras los acuerdos de paz del 2005, gobierna el sur de Sudán.
El líder disidente, George Athor, afirma que sus hombres se han enfrentado repetidamente con los soldados del SPLA.
Sin embargo, el gobierno local niega que se hayan dado nuevos enfrentamientos tras aquel entre sus soldados y los de Athor del 15 de junio en el estado de Jonglei, rico en petróleo.
Otra área de crisis es la de Abyei, en el límite entre Sudán del norte y del sur, cuya población será llamada a votar en un referéndum distinto al del Sudán meridional, para decidir si su territorio forma parte del septentrión o de la zona meridional del país.
Abyei posee ricos yacimientos de petróleo; su pertenencia al Sudán meridional incrementaría el potencial petrolífero del sur, de modo que en caso de independencia de la zona meridional, el norte perdería su más importante fuente de recursos.
La visión política islámica del presidente Omar al Bashir va contra la región semiautónoma del sur de Sudán, que algunos esperan que pueda independizarse.
Para el gobernador Lobont, el obispo Taban es “un arquitecto del desarrollo y un héroe de la población del Ecuatoria oriental y de todo el sur de Sudán”.
El gobernador recordó el trabajo realizado por el prelado durante la guerra civil para ayudar a las diversas comunidades del estado, socorriéndolas y creando escuelas y centros sanitarios.
De hecho, la Iglesia ha desempeñado una importante función en la reconciliación en Sudán tras los horrores experimentados en los precedentes 25 años de guerra civil norte-sur, que causó la muerte a un millón y medio de personas.
