CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 16 de junio de 2010 (ZENIT.org).- La actual crisis económica y social exige redescubrir el auténtico sentido de la caridad, que implica salir en ayuda de los hermanos para mostrarles el amor con el que el Padre les ama, asegura Benedicto XVI.
Y la auténtica caridad se comprende en la Eucaristía, el sacramento de la presencia real de Jesucristo, que transforma los corazones para después transformar el mundo, afirmó en la tarde de este martes en el discurso que dirigió en la Basílica de San Juan de Letrán al inaugurar el congreso anual de la diócesis de Roma.
"En un momento como el actual de crisis económica y social, seamos solidarios con quienes viven en la indigencia para ofrecer a todos la esperanza de un mañana mejor y digno del hombre", afirmó el Papa que abandonó los muros vaticanos para encontrarse con los representantes de su diócesis en su catedral.
"Si realmente vivimos como discípulos del Dios-Caridad, ayudaremos a los habitantes de Roma a descubrirse como hermanos e hijos del único Padre", afirmó hablando en medio de la basílica, sentado ante un pupitre.
Según aseguró, "las necesidades y la pobreza de tantos hombres y mujeres nos interpelan profundamente: es Cristo mismo quien día a día, en los pobres, nos pide que le quitemos el hambre y la sed, que le visitemos en los hospitales y en las cárceles, que le acojamos y vistamos".
La celebración de la Eucaristía, siguió aclarando, "nos hace capaces de convertirnos en pan partido para los hermanos, saliendo al paso de sus exigencias y entregándonos a nosotros mismos".
"Por este motivo, una celebración eucarística que no lleve a encontrar a los hombres allí donde viven, trabajan y sufren para llevarles el amor de Dios, no manifiesta la verdad que encierra", denunció.
"Cuando recibimos a Cristo, el amor de Dios se expande en nuestra intimidad, modifica radicalmente nuestro corazón y nos hace capaces de gestos que, por la fuerza difusiva del bien, pueden transformar la vida de aquellos que están a nuestro lado".
"La caridad es capaz de generar un cambio auténtico y permanente en la sociedad, actuando en los corazones y en las mentes de los hombres, y cuando se vive en la verdad "es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad", aseguró.
Es posible leer el discurso del Papa al congreso de la diócesis de Roma (Cf. La Eucaristía y el testimonio de la caridad, según Benedicto XVI) en la sección de documentos de la página web de ZENIT (www.zenit.org).